Praga: ¿y si fuera oro todo lo que reluce?

Un viaje de primera por la alquimia y la magia de la Praga desde el siglo XVI hasta la actualidad

Si alguna ciudad se presta a la elucubración, a la magia, y a hacer posible lo imposible, esa es, sin duda, Praga. Así lo sintió Rodolfo II de Habsburgo, siempre rodeado de astrónomos y aspirantes a descubrir el elixir de la inmortalidad y la fórmula para convertir en oro todo aquello que pudiera relucir. Más de 400 años después, seguimos las huellas de esta búsqueda obsesiva en la ‘ciudad dorada’.

El rey de Hungría y Bohemia se trasladó en 1576 al castillo de Praga con su corte, que incluía a astrónomos de la categoría de Johannes Kepler y Tycho Brahe, alquimistas como Martin Ruland, Michael Maier o Heinrich Khunrath. Y también algunos de dudosa reputación como el inglés Edward Kelly, del que aseguraban que convertía el metal en oro mientras otros le tildaban de estafador.  

A tanto llegó la fama alquimista de Praga que incluso la reina Isabel I de Inglaterra envió al mismísimo William Shakespeare para espiar sobre sus avances

Praga o la ciudad donde la magia existe. Foto Turismo de Praga.
Praga o la ciudad donde la magia existe. Foto Turismo de Praga.

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Un monarca de pócimas tomar

De Rodolfo II dicen que era un hombre tímido, extravagante, gran mecenas de arte y coleccionista y que, influido por su tío y rey de España Felipe II, a cuya tutela estuvo estudiando durante algunos años, se interesó en la alquimia y las ciencias ocultas.

De lo que no hay duda es de que Praga en aquellos años fue un hervidero de científicos y también de charlatanes unidos en la incansable búsqueda del elixir de la eterna juventud y la fórmula de convertir en oro los objetos.

A tanto llegó la fama alquimista de Praga que incluso se habla de escapadas a la capital checa del mismo William Shakespeare, enviado por la reina Isabel I de Inglaterra con fines de espionaje alquimista.

Reloj astrologico de Praga.
El famoso reloj astrológico de Praga.

Praga: donde vive la alquimia

Corroborando la faceta ocultista de Praga, durante las terribles inundaciones de 2002 apareció en los sótanos de un edificio del s. XVI, en la calle Hastalská, un laboratorio de alquimia que, a pesar de los años y el polvo de siglos, permitió descubrir datos de pócimas que mezclaban hierbas, alcohol y opio, ingredientes ideales para ‘dorar’ la vida, no tan fácil, de entonces.

El laboratorio hoy acoge el Museum Speculum Alchemiae que abrió sus hechiceras puertas en 2012 convirtiéndose en un ineludible de la capital bohemia.

Speculum Alchemiae
Speculum Alchemiae.

De esa época proceden también muchas añejas casas de Praga. Un buen ejemplo de ellas es Dum u Jeziska, construida por el famoso arquitecto del siglo XVI Oldrich Avostali y convertida en sujeto de sobrecogedoras leyendas.

Cuentan que, transformada la casa en un convento respetable, una monja rompió su voto de castidad y fue emparedada como castigo. Y se dice que su espíritu vaga por el caserón esperando que, al derribarse sus muros, su alma se libere.

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Alchimist Hotel: glamuroso y cautivador

Seguramente así habrá sido tras la exhaustiva restauración por la que ha pasado el palacete hasta llegar a convertirse en el año 2006 en Alchimist Grand Hotel & Spa.

Alchymist Grand Hotel Spa
Alchymist Grand Hotel & Spa. Foto Preferred Hotels & Resorts.

El hotel tiene una estratégica situación en Lesser Town en el barrio de Malá Strana, con el Castillo de Praga a la espalda y el puente Carlos a cinco minutos a pie. Todo ello, unido a un interior de ensueño donde casi es oro todo lo que reluce, justifica su inclusión en esta selecta colección de establecimientos.

Alchymist Grand Hotel & Spa ha sabido guardar e, incluso, realzar los tiempos misteriosos pero también esplendorosos de aquella Praga del siglo XVI. A sus muebles barrocos pincelados en oro les acompañan suntuosos sofás aterciopelados, brillantes cortinas, espejos dorados, retratos de alquimistas y magos, camas con cuatro postes en sus 48 habitaciones, techos góticos y paredes pintadas.

Puente San Carlos. Turismo de Praga.
Puente San Carlos. Turismo de Praga.

Donde reside la magia

A partir de las cinco en el Lobby Bar del hotel se tiene la ocasión de conocer a los demás huéspedes bebiendo una copa de vino de la República Checa acompañada por deliciosos quesos. Durante la cena se puede disfrutar de cocina mediterránea en el acogedor restaurante Aquarius con una escogida selección de vinos.

No se puede dejar el hotel sin haber saboreado los exquisitos pralinés, chocolates   y tartas artesanas del florentino Café Barocco Veneziano, acompañados por una amplia oferta de té, chocolates cafés y vinos. La boutique personalizada y la asistencia de compras son también buenos alicientes para encontrar algo especial en esa ciudad de las maravillas.

Lobby del Alchymist Grand Hotel & Spa. Foto Preferred Hotels & Resorts.
Lobby del Alchymist Grand Hotel & Spa. Foto Preferred Hotels & Resorts.

Un seductor Spa en el centro de Praga

Ecsotica Spa es el rincón más brujo del hotel donde disfrutar de momentos plácidos, lejos de los ruidos ciudadanos, y en el mismo meollo de la ciudad.

De su recepción a modo de templo, acariciada por suave música asiática, salen sinuosos pasadizos que conducen al más sensual de los spas, con cama china para reposar, agua turquesa en la piscina a la luz del chandelier y salas privadas de masajes corporales y faciales.

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