Pronto volveremos a las terrazas más bonitas de Lisboa

Tenemos la esperanza de volver a Lisboa en pocos meses, antes de que la primavera de paso al verano. Serán días en que las horas de luz diurna se extenderán hasta la cena, y en que las temperaturas permitirán disfrutar de las terrazas de hoteles y bares sin el agobio estival.

Una ventaja de Lisboa es que su complicada orografía permite tener fantásticas vistas sin necesidad de rascacielos. Gran parte de estos bares en terrazas se encuentran en las plantas 9 o 10, pero al estar ubicadas en barrios altos, garantizan las mejores panorámicas.

Rossio Gastrobar

Una de las terrazas más recientes, abierta el año pasado y que eleva el listón de lujo en la capital portuguesa, es Rossio Gastrobar.

Ubicada en un séptimo piso del Altis Avenida Hotel, allí hay sillones que invitan a hundir el cuerpo en un relax total mientras se contemplan las vistas.

Rossio Gastrobar es una de las terrazas más recientes y sofisticadas que se han abierto en Lisboa

Además allí hay una sofisticada carta de cócteles que se renueva periódicamente, a cargo del cocinero del Bar Flaviana Andrade, así como platos y tapas creadas por el chef João Rodrigues (con una estrella Michelin por el Restaurante Feitoria) y João Correia, chef residente de Altis Avenida.

Limão Rooftop Bar

En el barrio Marques de Pombal, este bar ubicado en el décimo piso del elegante hotel H10 Duque de Louléis presenta un ambiente marítimo con su suelo de azulejos blancos y azules.

Para los que no son amantes de las brisas en las alturas hay una zona cerrada con vidrios que permiten disfrutar de las vistas hacia el océano sin sacrificar comodidad.

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Luego hay un sector abierto, que es más pequeño que otras terrazas de la ciudad, pero que le da una atmósfera íntima buscada por muchas personas.

Allí se pueden disfrutar de cócteles de autor y de una interesante selección de tapas realizadas bajo la tradición lisboeta, con el bacalao como protagonista.

Silk Club

Este club nocturno y restaurante, ubicado en un sexto piso de un edificio en las alturas del barrio de Chiado, despliega una vista de 270 grados del resto de la ciudad y del río en su desembocadura en el Atlántico.

Su decoración es clásica, con grandes sofás que permiten una mejor interacción entre los visitantes.

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El restaurante tiene una interesante oferta gastronómica importada de Japón, así como una elaborada carta de cócteles, vinos y bebidas espirituosas.

El lugar mantiene una atmósfera relajada, ideal para ver el atardecer, y a la medianoche se convierte en una de las discotecas de moda.

Sky Bar

En el noveno piso del Hotel Tivoli, en el centro de Lisboa, se encuentra una de las terrazas más modernas. Desde allí se despliegan las vistas de la elegante Av. Liberdade que va desde el Parque Eduardo VII hasta el río Tajo.

En el Sky Bar uno puede elegir entre sentarse entre cómodos sillones o permanecer en una mejor postura en un taburete con vistas panorámicas.

Gracias a sus colinas, las terrazas con bares y restaurantes de Lisboa se encuentran en edificios que no superan los 10 pisos

Su carta de cócteles, champagnes y cervezas (locales y de importación) es muy variada, y periódicamente hay sesiones de DJs que aportan un toque sofisticado pero siempre en un marco de relax.

Memmo Príncipe Real

Este fue el primer hotel boutique de lujo del barrio Príncipe Real, con diseño innovador que permite desplegar, en su segunda planta, una larga terraza donde se encuentra el Café Príncipe Real.

Un sector está destinado a un sofisticado restaurante especializado en cocina portuguesa y con varios platos de la gastronomía internacional.

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También es muy variada su carta de cócteles, que presenta desde los clásicos que nunca faltan hasta creaciones exclusivas del hotel.

Hotel Mundial

El bar del Hotel Mundial, en el noveno piso, es una especie de secreto que los lisboetas se empeñan en guardar.

Ubicado en el centro de la ciudad, permite tener vistas de 360 grados de la capital, con el Castelo de São Jorge a un tiro de piedra.

La terraza presume de modernidad, con grandes sillas blancas y taburetes, ocupado por personas que quedan hipnotizadas por las panorámicas mientras un DJ pone la nota musical de tipo chill out que todos agradecen.

Park

Este bar no se encuentra en la última planta de un hotel ni de un complejo comercial: está en la cima de un parking, en un sexto piso.

No es una de las terrazas más fáciles de encontrar, pero la búsqueda tiene recompensa porque desde este establecimiento, en el barrio Alto, se capturan algunos de los mejores atardeceres de la ciudad.

Park no se encuentra en la última planta de un hotel, sino de un parking de coches

La terraza está decorada con buen gusto con un abundante uso de la madera en el suelo y en los muebles, y con una carta de cócteles de buena presentación y de precios accesibles.

Eso sí: como no admiten reservas hay que ir un poco antes de las 20:00 horas, cuando comienza a estar lleno de gente.