Los hoteles culpan a cruceros y apartamentos de la masificación

La Asociación Europea de Hoteles elaboró un decálogo de acciones para gestionar la masificación turística y evitar que el sector muera de éxito

Hay cinco ciudades que son paradigmas de la masificación turística. Según Hotrec (Asociación Europea de Hoteles) los casos de Ámsterdam, Cinque Terre, Santorini, Venecia y Barcelona son emblemáticos por el volumen de turistas que reciben, pero también por las gestiones que hacen para no morir de éxito.

Esta patronal, que congrega a 1,9 millones de empresarios hoteleros (el 90% son pequeños establecimientos con menos de 10 empleados), recordó que Europa recibe a 250 millones de visitantes al año, y coincide con la Organización Mundial de Turismo en que “el crecimiento del turismo no es el problema, sino cómo se gestiona”.

Apunten sobre las viviendas turísticas

La organización precisa que la concentración excesiva en algunos destinos se debe, entre otros factores, al auge de viviendas de alquiler y a las plataformas que las gestionan.

Según Hotrec, esa actividad permitió “la conversión generalizada” de residencias privadas en alojamientos vacacionales “que ha colocado a los turistas en el centro de las ciudades y expulsado a los residentes”.

Por ejemplo, en Barcelona, la patronal puntualiza que la ciudad tiene 17.000 alojamientos en plataformas como Airbnb, y pese a los acuerdos que mantienen con el Ayuntamiento, no evitó la aparición de casos de turismofobia por parte de radicales que piden expulsar a los turistas.

Boom de los cruceros

Otro factor es la explosión del mercado de los cruceros. En el caso de Venecia o Santorini, el problema se agrava cuando atracan varios de estos gigantes de los mares con 5.000 pasajeros, y aunque no ocupan plazas hoteleras, complican el acceso a los puntos turísticos más importantes.

Venecia perdió dos tercios de su población en las últimas décadas. Se convierte en un parque temático sólo para turistas

La ciudad de los canales, con sólo 50.000 habitantes, recibe a 30 millones de visitantes, lo que motiva el ‘Ven-exodus’, que significó la pérdida de dos tercios de sus pobladores en las últimas décadas.

Hotrec elaboró una serie de medidas para gestionar este fenómeno.

1. Gobernanza

Uno de los problemas de la masificación es no tener herramientas para planificar los movimientos de visitas, por lo que sugiere recabar información más precisa sobre el turismo en cada ciudad, y así elaborar estrategias de promoción y aplicar impuestos a las actividades que tienen un mayor impacto en el sector

2. Límites a los pisos turísticos y cruceros

Los hoteleros consideran que la excesiva oferta de alojamientos particulares para turistas promueve la masificación. Para ello, solicita que se ponga límites por dos vías: por un lado, reducir la oferta de viviendas vacacionales, y por el otro, limitar la cantidad de días que se pueden alquilar por año.

También solicitan regular las llegadas de cruceros, para evitar el cuello de botella con las visitas a los puntos turísticos.

3. Desestacionalizar y diversificar

Para que el turismo no se concentre en pocos meses, o en sitios muy concretos, Hotrec sugiere plantear estrategias para distribuir las visitas a lo largo del año, y buscar atractivos turísticos en sitios cercanos para quitar presión a los puntos más visitados.

4. Educar al visitante

En las islas Baleares y Canarias conocen de sobra cómo el incivismo y el turismo de borrachera molesta a los vecinos y destruye la imagen pública de varios sitios. Por ello exigen que las autoridades trabajen con los operadores turísticos para concienciar a los visitantes de las normas de convivencia en cada ciudad.

5. Dialogar con vecinos

Uno de los problemas de la masificación es que los vecinos se sienten extraños en su ciudad, y que la llegada de turistas altera la actividad comercial: por ejemplo, en Venecia hay cientos de tiendas de recuerdos pero hay que caminar un buen rato para encontrar una ferretería.

Por ello solicitan que haya un diálogo fluido entre vecinos, asociaciones, empresarios turísticos y autoridades para buscar soluciones conjuntas y que el turismo no sea una actividad que perjudique la vida cotidiana.

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