Ribera del Duero busca paladares nórdicos

La ruta acogerá este año 125.000 visitantes

Las 21.000 hectáreas de Ribera del Duero tienen espacio para algo más que viñedos. El turismo interesa cada vez más a los productores del vino y temporada tras temporada más bodegas se suman a los planes que proponen la ruta del vino. Este año, las 56 bodegas y el resto de negocios de hostelería y restauración esperan atraer 125.000 visitantes. Y no sólo españoles –el público habitual del enoturismo–: buscan convencer a los paladares nórdicos.

El Plan de Dinamización Turística Ruta del Vino Ribera del Duero ha  aumentado año tras año. En 2009, el enoturismo de esta zona atrajo a 83.000 personas interesadas en este caldo con Denominación de Origen. En 2011, ya eran 115.000 personas. «El interés por el vino sigue creciendo pese a estos tiempos de crisis. No sólo en el turismo. Nuestras ventas han aumentado a cada año», explica en rueda de prensa el presidente del consejo de Administración de la Ruta del Vino de Ribera del Duero, José Trillo.

La campaña de marketing persigue incrementar el número de turistas nacionales y, por primera vez, los internacionales. La gerente del plan de dinamización, Cristina Prat, explicó que se centrará en la promoción de países del norte de Europa como Suecia y Noruega, además de Alemania, Bélgica y Holanda.

Modelo familiar

Prat también ha explicado que el objetivo es conseguir que las escapadas de fin de semana sean entendidas como una actividad para toda la familia. «Existe el falso mito de que el enoturismo es para parejas sin hijos y entendidos en vino», ha afirmado

Según datos de la organización, el 31 % de los turistas que acude a esta Ruta de Vino lo hacen atraído por el patrimonio histórico; el 16 %, por la naturaleza, y solo el 10 %, por sus bodegas, lo que, para Prat, refleja que Ribera de Duero «es mucho más que vino».

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