Roma endurece las restricciones a los turistas incívicos

El ayuntamiento de Roma prohíbe saltar a las fuentes, colocar candados en rejas y comer comida basura en los monumentos

Exasperado por el comportamiento incívico de muchos de los turistas que cada año recorren Roma, su Ayuntamiento ha extendido las normativas con las que pretende salvaguardar su patrimonio y reducir las molestias a los vecinos y que van desde saltar a fuentes históricas hasta pasear sin camiseta, pasando por comer bocadillos en lugares públicos.

Las medidas se extienden incluso a arrastrar maletas con ruedas por las escaleras de monumentos históricos como la Plaza de España.

Roma mantiene que es una ciudad acogedora con los turistas, pero exige el fin de comportamientos incívicos

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Prohibidas las fotos con legionarios

Según la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, la ciudad “es y siempre será acogedora, pero eso no significa que tolere el mal comportamiento y los daños causados [por los turistas] a nuestra ciudad”.

Así, el consistorio comunicará a las embajadas extranjeras las nuevas medidas, con el fin de que trasladen la información a sus nacionales antes de visitar Roma.

En la nueva batería de medidas se restringen también las fotos con los personajes que se disfrazan de legionarios romanos con espadas, corazas y cascos, y se ofrecen, en los alrededores de edificios históricos como el Coliseo y la Fontana de Trevi, para hacerse fotografías con los visitantes a cambio de dinero.

Cómo beber en fuentes públicas

Algunas de las medidas son casi extravagantes, como la que establece el modo de beber agua de fuentes públicas. Según decretó el Ayuntamiento, los turistas no deben tocar con los labios el grifo del agua, sino colocar un dedo debajo y dirigir el chorro hacia la boca, tal y como hacen los romanos.

Roma comunicará a las embajadas extranjeras las nuevas medidas con el fin de que trasladen la información a sus nacionales antes de visitar la ciudad

La regulación también pone coto a la comida rápida en la calle que, según las autoridades, ensucia sus monumentos de mármol y travertino.

Todas estas prohibiciones actualizan una serie de regulaciones ya existentes. De hecho, algunas estaban ya presentes en normativas de 1946. A estas se han ido añadiendo ordenanzas ad hoc, algunas veces temporales, para conformar el grueso paquete de normas que rige en la actualidad.

El objetivo pasa por eliminar el comportamiento incívico de los millones de turistas que cada año visitan la ‘ciudad eterna’.

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Multas para los gamberros

Por ello, los infractores recibirán recriminaciones para abandonar los espacios públicos y multas si son sorprendidos por las autoridades, por ejemplo, paseando sin camiseta o colocando candados en puentes y otros monumentos.

También serán sancionados quienes sean sorprendidos revendiendo entradas en lugares como el Coliseo o el Vaticano.

Cantar y tocar instrumentos en el transporte público también está ya vetado en la ciudad.

a.
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