Románico, romanos y gastronomía en Palencia

En Palencia se despliegan villas romanas y muestras de arte románico, que se descubren con degustaciones de quesos y patés

El valioso legado histórico de Palencia se puede descubrir de la mano de algunos de sus tesoros gastronómicos, una escapada que vale la pena realizar en los últimos fines de semana que quedan en este verano.

Se trata de conocer en esta provincia la elaboración artesanal de quesos y de foie-gras, además de recorrer sus iglesias románicas y visitar la villa romana de La Olmeda, así como la exposición Las edades del hombre.

En la comarca de El Cerrato –que comprende las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid- se encuentra un distinguido ejemplo del arte románico de la provincia: la monumental iglesia de Santa María la Mayor, en Villamuriel de Cerrato.

Muy cerca está el Monasterio de San Isidro de Dueñas, que se levanta justo enfrente de la fábrica de chocolates La Trapa, que recibió la receta de los monjes trapenses, quienes lo comenzaron a elaborar en 1891 en el monasterio.

La explosión de arte románico

Palencia cuenta con 223 iglesias románicas, la mayor concentración de este tipo de arte en Europa, y buena parte de ellas se encuentran alrededor de Aguilar de Campoo y Cervera de Pisuerga, puertas de entrada a la Montaña Palentina.

La fiebre constructora se produjo en el siglo XIII, con el rey Alfonso VIII, cuando todos los pueblos se dedicaron a levantar iglesias al estilo que imperaba en la época. Aquí llegaron los grandes maestros de este arte y a su alrededor se formaron las canteras.

Palencia tiene la mayor concentración de iglesias románicas de Europa

Una visita imprescindible para los amantes del románico es Santa María la Real, en Aguilar de Campoo, monasterio del que destacan el claustro y las esculturas de los capiteles y que estuvo mucho tiempo en ruinas hasta que un proyecto del escritor y arquitecto Peridis (seudónimo de José María Pérez González) lo salvó de la ruina.

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Iglesia románica Nuestra Señora de la Asunción.

Muy cerca de Aguilar de Campoo se encuentra, excavada en la roca, la parroquia rupestre Olleros de Pisuerga, calificada como la “basílica del eremitismo rupestre”.

Este año en Aguilar de Campoo se puede visitar la exposición de arte religioso “Las edades del hombre” que lleva por título “Mons Dei” y está dedicada a las montañas, veneradas en las grandes tradiciones religiosas como lugares sagrados.

La capital de la galleta

Aguilar de Campoo es un pueblo emblemático para la producción de la galleta en España, en el que llegaron a existir hasta cinco fábricas. Aquí se establecieron Fontaneda y Gullón por las valiosas producciones de cereal, pues es Tierra de Campos -era conocido como el “granero” de España-, y a que por el Cantábrico entraban productos en barco de las antiguas colonias españolas como azúcar, cacao y vainilla.

Aguilar del Campoo fue una de las ciudades más importantes en la producción de galletas en España

Gullón, que da trabajo a 1.400 personas, es hoy la mayor galletera de Europa por facturación (340 millones de euros) y por superficie (140.000 metros cuadrados). Su fundador, Manuel Gullón, introdujo en 1892 en España algo que hasta entonces era desconocido, las galletas, que habían sido creadas a principios de siglo en Inglaterra.

Tierra de quesos

Antes que agrícola Palencia, como toda Castilla y León, fue ganadera, y sus orígenes queseros se remontan a la prehistoria. Una de las queserías visitables, en plena Montaña Palentina, es Quesos Cantarillos, que se la puede encontrar en la Guía App Catatur. Su propietario, Santiago Merino, trasladó cabras de los Alpes Suizos, que se adaptan a la altitud de 1.000 metros y al frío del invierno.

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Uno de los pasos en la fabricación en Quesos Cantarillos.

“Genéticamente, la cabra española está lejos de la francesa”, señala Merino, que tiene 500 cabras y elabora queso de cabra desde 2013. En total produce 16.000 kilos de queso al año. Para el queso de cabra se necesitan nueve litros de leche, mientras que para el de oveja, cinco.

El delicioso foie gras palentino

En Villamartín, Tierra de Campos, se puede asistir a la elaboración de paté y foie gras en El Pato de Villamartín, de Selectos de Castilla. El ave que aquí se cría es un híbrido, el pato Mulard, de estirpe tradicional, rústico y pesado.

Durante siglos los mosaicos de la Villa Romana de la Olmeda quedaron ocultos a los habitantes de estas comarcas

Hasta la edad adulta los animales están en semi libertad alimentándose a base de cereales y proteínas de origen vegetal. Para el embuche se utiliza maíz en grano, de forma que el pato autorregula la cantidad que digiere a su molleja en una digestión natural.

El tesoro oculto de la villa romana

Paté y foie gras bien podrían haberlo consumido el centenar de personas que llegaron a vivir en la Villa Romana de la Olmeda, una gran mansión del Bajo Imperio (siglo IV), cuyo descubrimiento cumple ahora 50 años. En el segundo yacimiento romano más importante de Europa, después de Villa del Casale, en Sicilia (Italia). Aquí se pueden contemplar 1.500 metros cuadrados de mosaicos en muy buen estado.

Mosaico del Oecus Invierno
Mosaico del oecus, en la Villa Romana de la Olmeda.

La escena principal del mosaico más famoso, situado en el salón principal de la casa u “oecus”, de 175 metros cuadrados, narra el conocido episodio de Ulises en Skyros, rodeado por una cenefa con una serie de retratos atribuidos a los propietarios de la casa, algo excepcional.

En este salón había colgados cuernos de ciervo de hace 1.600 años como trofeos de caza. Hay mosaicos en 26 habitaciones de las 36 que tenía la casa -una mansión simétrica de cuatro alas- que ocupaba 4.400 metros y que se atribuye a una personalidad relacionado con el emperador en Roma.

En el siglo XVI fue abandonada hasta que en 1968 el dueño de esta tierras, Javier Cortes, la descubrió por casualidad al realizar trabajos de allanamiento. Había estado siempre oculta -de ahí la buena conservación de los mosaicos- y fue la introducción de los tractores lo que llevó a su hallazgo, y que pueda ser contemplada 16 siglos después.

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