Shanghái: un acuario con forma de medusa gigante atrapa al río Yangtzé

En el estuario del río Yangtze se construirá un acuario y centro de recuperación de especies de 40.000 m2 con un innovador diseño biomórfico

En las afueras de Shanghái, cuando el Yangtzé desemboca en el Mar de la China Oriental, se levantará un centro de conservación marina con forma de medusa que contará con uno de los acuarios más importantes del país.

El estudio Ennead Architects ganó el concurso para diseñar la nueva reserva natural del estuario del Yangtzé, donde un complejo de 40.000 metros cuadrados de forma biomórfica alojará grandes piscinas en la que se recuperarán animales de la fauna local, sobre todo el esturión chino y la marsopa negra o sin aleta.

El edificio central del acuario tendrá 40.000 m2. Foto: Ennead Architects

El edificio central del acuario tendrá 40.000 m2. Foto: Ennead Architects

Recuperación del esturión y la marsopa

El primero es un pez que podemos considerar prehistórico, cuya población ha disminuido drásticamente por la sobrepesca (sus huevas es el famoso caviar) y la pérdida de su hábitat.

El centro de recuperación tendrá varias piscinas, donde los visitantes podrán ver su interior gracias a su cobertura de vidrio

En cuanto a la marsopa negra, se calcula que solo quedan unos 1.400 ejemplares de este cetáceo, cuya variedad de agua dulce que vive en el río es conocida como ‘cerdo del Yangtzé’.

Una estructura de forma indefinida

El edificio central, protagonista de una urbanización de 17,5 hectáreas, consta de tres cuerpos, con una estructura de madera de líneas curvas que alojarán diferentes piscinas donde vivirán las especies recuperadas.

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Las columnas curvas, que parecen costillas, convergen en torno a una columna central que une a las tres alas del edificio. Revestido por un techo de teflón traslúcido, todo el entorno estará iluminado por la luz solar durante el día.

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Una estructura de madera sostendrá al complejo. Foto: Ennead Architects

Un circuito sostenible

El diseño se elaboró a partir de la búsqueda de la sostenibilidad, combinando un sistema estructural de madera laminada cruzada, con circuitos de calefacción y enfriamiento geotérmicos.

En el exterior los humedales artificiales de flora local y plantas acuáticas permiten filtrar las emisiones carbono, además de contribuir al proceso de biofiltración del agua del acuario.

Oasis para escapar de la urbe

Cada una de las piscinas tendrá un grado de salinidad diferente, para que algunas especies recuperadas pueden ir rotando como si estuvieran realizando una ruta migratoria antes de volver al mar.

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El centro permitirá la recuperación del esturión, la marsopa negra y otras especies. Foto: Ennead Architects

En el interior los visitantes podrán ver la vida de las grandes piscinas a través de las paredes de vidrio, y una escalera caracol central permitirá subir a otras plantas sin perder de vista ni un detalle.

En el exterior una serie de pasarelas peatonales permitirán que las personas crucen el Yangtzé y caminen por los humedales en un entorno recuperado, un agradecido oasis verde a pocos kilómetros de una ciudad tan densa como en Shanghái.

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