Siete planes para descubrir otra cara de Berlín

Música clásica y techno combinado con spa, una ciudad subterránea, fiestas de comida tailandesa o un salón de té ruso: Berlín no se acaba nunca

Es imposible cansarse de Berlín. Viva, dinámica, creativa y vibrante, la ciudad es pura energía que se deja ver en sus barrios, terrazas, galerías de arte, tiendas o cafés. Puede que hayas ido diez veces o que estés preparando tu primer viaje, que seas amante de los museos, ciclista o foodie. No importa; la ciudad está llena de sorpresas y planes para dejarte boquiabierto.

Así, desde una comida con músicos de la filarmónica a un recorrido por las tripas de la ciudad pasando por el único lugar que fusiona un spa con la música techno existen mil y una formas de descubrir Berlín además de pasear por la Puerta de Bradenburgo, la Alexanderplatz, los restos del Muro y la Isla de los Museos.

Cada domingo entre abril y octubre, el Preußenpark se convierte en un pequeño Bangkok donde disfrutar de la más exquisita comida thai al aire libre

[Para leer más: Cinco rincones de Berlín desconocidos hasta para los berlineses]

Un parque que no esperabas

Cada año entre abril y octubre el Preußenpark en la zona de Wilmersdorf se transforma en Thaipark. Cada domingo este parque se transforma en un Bangkok en miniatura lleno de puestos donde se sirven deliciosos platos de comida asiática (especialmente tailandesa, pero también vietnamita, china o filipina).

Thaipark

El parque se convierte en una fiesta de sabores asiáticos. Foto: Thaipark.

Entre sombrillas multicolor encontraremos curry, sopas, frutas exóticas o leche de coco, todo fresco y listo para tomar (y disfrutar) en un espacio ideal para el picnic.

Spa techno

Decir Berlín es decir techno. Y aunque hay templos de este tipo de música en la ciudad como Chalet, Tresor y, sobre todo, Berghain, también han surgido lugares que han llevado este estilo musical un paso más allá. Concretamente, al agua.

Es el caso de Liquidrom, un original concepto en el centro de Berlín (Postdamer Platz) que mezcla los conceptos de spa y música electrónica en un único espacio.

El relax en la piscina se marida aquí con sesiones de música en vivo con sesiones de DJs para llevar el relax a una nueva dimensión.

Cuenta con flotarium, sauna finlandesa, piscina de agua salada rematada por una cúpula y todo tipo de tratamientos y terapias con barro que prometen ayudar a olvidar el estrés, todo ello en un edificio con tintes futuristas.

Foto Liquidrom.

Tratamientos y técnicas de spa se combinan aquí con sesiones de música electrónica. Foto: Liquidrom.

Bien relajados, se puede tomar una bebida e incluso picar algo en su bar.

A jugar al aeropuerto

Tempelhofer Feld es uno de esos lugares abandonados a los que los berlineses consiguieron dar una segunda vida. Antiguo aeropuerto construido en los años 20 del pasado siglo y área militar, utilizado para maniobras y desfiles, cerró sus puertas en 2008. En 2010 se reconvirtió en un gran parte público (cuenta con 386 hectáreas), con espacios para prácticas deportivas, barbacoas y hasta lugares delimitados para el disfrute de los perros, además de una zona gigantesca para picnics.

Además el parque es uno de los pocos lugares del mundo donde se practica jugger, una disciplina deportiva que combina elementos de rugby y esgrima. Basado en la habilidad y la estrategia y practicado por equipos, el jugger es originaio de Alemania, donde surgió entre 1989 y 1995 inspirado en la película de culto La sangre de los héroes, de 1989. Incluso se ofrecen clases gratuitas de iniciación y, según dicen, engancha.

Jugger en Tempelhof. Foto Wikimedia Commons.

Nunca es tarde para descubrir el jugger. Foto: Wikimedia Commons.

Un té de inspiración rusa

Entre tanta modernidad y tendencia se agradece alguna dosis de tradición, como la que podemos encontrar en el viejo salón de té Tayikistán Tearoom.

Ubicado en el que originariamente fue el pabellón de Tayikistán para una feria comercial en Leipzig en la década de 1970, la República Soviética donó después el espacio a los anfitriones de Alemania Oriental, que lo trasladaron a la capital.

Con ornamentados pilares de sándalo, murales decorativos y, sobre todo, exquisitos tés y propuestas gastronómicas, encontramos un original y bastante desconocido espacio donde Alemania se encuentra con Rusia y Asia Central dando lugar a algo casi mágico.

TayikistaÌn Tearoom

Foto: TayikistaÌn Tearoom.

Un almuerzo con la Filarmónica

Maticemos, no es que vayamos a sentarnos a la mesa con los músicos de la aclamada Orquesta Filarmónica de Berlín, pero sí que nos alegrarán el almuerzo si lo hacemos coincidir con los conciertos gratuitos que se ofrecen todos los martes por la tarde en el vestíbulo principal de la Kammermusiksaal, su fantástica sede construida por Hans Scharoun en Tiergarten, no lejos de la Postdamer Platz.

Además, y pese a lo que pueda parecer, los conciertos generales son muy asequibles.

FilarmoÌnica de BerliÌn. Foto Wikipedia.

FilarmoÌnica de BerliÌn. Foto: Wikipedia.

Un recorrido subterráneo

Si ya has visto todo sobre la superficie de Berlín es hora de descender a las profundidades. Toda una ciudad conformada por refugios antiaéreos de la Segunda Guerra Mundial, galerías y bunkers nucleares de la época de la Guerra Fría se esconde bajo los barrios y plazas más animados.

Berliner Unterwelten (Berlín Subterráneo) es el museo donde descubrir esta perspectiva de la ciudad. Instalado en un antiguo bunker antiaéreo en la estación de tren de Gesundbrunnen, organiza visitas guiadas dirigidas por expertos e investigadores que conducen a los visitantes por la red de túneles secretos utilizados por los nazis. Se pueden escoger diferentes recorridos temáticos, incluidos los Dark World Tours, que descubre cómo vivían los berlineses de a pie durante la Segunda Guerra Mundial o el Under the Berlin Wall, que desvela grandes intentos de fuga a través de túneles por debajo del Muro de Berlín.

Reiswerder, Berlin. Foto Wikimedia Commons.

Reiswerder es una ‘república ecologista’ en miniatura. Foto: Wikimedia Commons.

Visita una isla-república

Reiswerder, una pequeña isla en el lago Tegeler, pertenece a la autoridad territorial de Reinickendorf (el duodécimo distrito de Berlín) que a su vez lo tiene arrendado a una asociación ecologista. Solo se puede acceder por un pequeño ferry (el ‘Reiswerder’) que funciona de abril a mediados de octubre con trayectos cada media hora o cada hora (en invierno, solo los viernes y fines de semana).

Básicamente solo viven amigos de la naturaleza que cultivan sus propios huertos y organizan veladas culturales y gastronómicas y viven en su pequeña “república ecologista”. Aunque antes el acceso estaba restringido a los habitantes y miembros de su asociación, hoy puede visitarse también en tours guiados y conocer de primera mano este experimento social y ecológico.

a.
Ahora en portada