Una visita rápida al Serbal y al Solana

El Serbal y el Solana son dos de los máximos exponentes de la calidad de la gastronomía cántabra. Recompensados con una estrella Michelin cada uno, ofrecen una carta donde se juega con lo tradicional y lo innovador a precios asequibles

El Serbal

El Serbal se encuentra en el centro marítimo de Santander, escondido en los bajos de un bloque de pisos en el barrio de Puertochico. El restaurante abrió sus puertas en 1999 y consiguió su estrella Michelin rápidamente en 2003. Cuenta con una decoración moderna, que se combina con la iluminación tenue y las espaciosas mesas.

Tiene tres menús (uno de 38 euros, otro de 58 y un tercero de 82). Sus platos combina elementos tradicionales de la cocina cántabra con una ligera actualización a la modernidad. Entre sus platos, destaca el Carpaccio de bonito del Cantábrico con su tartar y vinagreta de cebolleta y piñones o el Arroz con Cachón en tinta con langostino en tempura.

Solana

El restaurante Solana se encuentra en un entorno maravilloso. Se erige justo enfrente del Santuario de La Virgen Bien Aparecida, en el verde valle del rio Asón. El restaurante gastronómico nació en 2007 pero la tradición culinaria viene de lejos. Varias generaciones han trabajado en la antigua casa de comidas que aún funciona hoy en día. 

El restaurante anexo al tradicional negocio está capitaneado por Nacho Solana. Aunque también se basa en la cocina tradicional como El Serbal, este cocinero va un paso más allá con platos más arriesgados e innovadores. En su menú degustación se pueden encontrar platos como la Fideuá de chipirón de guadaña, sus tintas, ali-oli y «aire de agua de mar» o Ventresca de atún rojo a modo de chuletón cocinado a la piedra de sal.

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