Venecia: una ciudad para perder el rumbo
La ciudad de la laguna luce su belleza frente al Adriático, pero donde resplandece más es cuando uno se sumerge en sus calles y plazas. Arte, arquitectura y la presencia constante de sus canales.
La capital de Véneto, compuesta por 117 islas conectadas por pequeños puentes, guarda en sus calles el encanto de la belleza del pasado, una legado histórico que, por culpa de las constantes oleadas de turistas, se va desgastando poco a poco.
Bueno para el comercio, malo para la ciudad
Venecia vive una temporada alta permanente. Tantos miles de turistas es bueno para el comercio local, ya que los precios de cara al turista son bastante elevados. Pero es malo para la ciudad, ya que aceptar tamaño flujo de visitantes lleva a que la ciudad caiga en la decadencia, y la belleza de sus edificios y de sus plazas, por culpa de los viajeros acabe por pasarle factura.
Pero más allá de esta radiografÃa, hay que comenzar a visitar algunos de sus distritos y pasear por las calles de la ciudad.
San Marcos, centro histórico y turÃstico
San Marcos es el corazón de Venecia, y lógicamente, donde se concentra el turismo, ya que alrededor de la famosa plaza se encuentran los tres puntos más importantes: la basÃlica de San Marcos, su campanario y el Palacio Ducal.
Cannaregio y Castello: la vida del Véneto en su esplendor
Al norte de Venecia se encuentra Cannaregio, el distrito más poblado de Venecia. Si nos perdemos por sus calles se puede observar como pasa la vida local: lejos de las masas, los vecinos compran en stands de frutas o en las barcas de los vendedores ambulantes que surcan los canales. Â
En cuanto a Castello, allà predomina un ritmo más tranquilo, ya que el turismo apenas toma nota de su presencia. Sin embargo, en este sitio se encuentra el Arsenale y la plaza de San Giovanni y San Paolo, que presenta a labasÃlica más grande de Venecia, erigida con el nombre de estos dos santos.
Santa Croce y Dorsoduro: entre la industria y el estudio
Santa Croce es el único distrito donde pueden circular coches, además de contener allà algunas fábricas de la industria local veneta. Sin embargo, sus calles son muy estrechas, y de noche, apenas si están iluminadas.
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En Dorsoduro se pueden observar muchas residencias estudiantiles, varios colegios y a los jóvenes sentados en los bares teniendo una discusión distendida. Si uno es amante del arte, no hay que dejar de visitar la Galleria dell’Academia, donde se encuentraran expuestos los trabajos de Tintoretto, Botticelli, y otros grandes artistas locales.
Si se mira al techo, de la sala principal de exposiciones de la GalerÃa, se verá cómo miles de querubines están observando nuestros pasos.
Al perderse por sus calles, se puede llegar al museo Peggy Guggenheim, que presenta los trabajos de artistas como Jackson Pollock, Vasili Kandinsky, Pablo Picasso y Salvador DalÃ.
En definitiva, si queremos perdernos y caminar durante horas, Venecia es la ciudad es la ciudad perfecta para hacerlo.