De cómo beberse América Latina en una cerveza

Los hermanos Adrià y Damm lanzan Malquerida, la malta ideal para maridar con la ola de gastronomía latinoamericana que se expande por el mundo

La fiebre del ceviche ha llegado para quedarse y la dictadura del vino cada vez queda más lejos. De notas florales y afrutadas, sabrosa y refrescante para mezclar con la potente gastronomía latinoamericana, la cerveza Malquerida ha llegado para maridar con el ‘boom’ de la alta cocina del continente que se expande por España a ritmo vertiginoso.

Si hace un lustro las referencias a las creaciones mexicanas se limitaban a los tacos y las quesadillas, hoy restaurantes como Hoja Santa, en Barcelona, han contribuido a desmitificar el cliché del mariachi. La misión del Grupo Damm y los hermanos Adrià es la de mezclar ambas tendencias alrededor de una copa.

“Se trata de un proyecto cultural, más que un proyecto gastronómico”, explica Ferran Adrià. Tras más de un año de pruebas, la inspiración llegó con la flor de Jamaica y la piel de naranja, que otorgan a la cerveza un sensual color rojizo. En el camino quedaron el mezcal –demasiado intenso— y la lima o el limón –demasiado suave–.

Malquerida copa

Al final encontraron el maridaje perfecto: el color rojo de la flor, el aroma cítrico de la naranja, la acidez y la textura del trigo y el toque del maíz. Muy fresca, se convierte en la cerveza ideal para acompañar los sabores picantes e intensos de la gastronomía mexicana, brasileña o peruana.

“No es exclusiva de la gastronomía latinoamericana”, advierte Albert Adrià. “También mezcla a la perfección con una ensaladilla rusa o unos mejillones en escabeche, por ejemplo”, añade.

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