Descubriendo los blancos del Priorat

Esta comarca de Cataluña es famosa por sus vinos tintos, pero ahora se pueden descubrir cinco magníficos blancos elaborados en sus tierras abundantes en pizarra

El Priorat, en Cataluña, destaca por los paisajes de su entorno, los miradores naturales que permiten descubrir pueblos y planicies, y los rincones que hacen de esta comarca un sitio digno de visitar.

La pizarra de la región dota a sus vinos de un carácter peculiar, y por sus condiciones climáticas, las plantaciones de cepas son casi todas de la variedad garnacha, o a lo sumo, en compañía con otras variedades, que otorgan unos vinos de calidad exquisita, suaves y de un gusto característico. Y aunque el Priorat es más conocido por sus tintos, es hora de descubrir sus blancos singulares

5 Parèntesis (Blanc) -- Bodega Clos93

Se trata de una garnacha blanca (85%) con Pedro Ximénez (15%) que es un placer olerlo: floral, aromático, nítido y sobre todo refrescante. Si algo distingue a este vino, junto la crianza de seis meses en roble francés, es su particular ligereza, fragancia y frescor. Lo único malo que puedo decir sobre él es que hay solo 1.600 botellas al año.

Es una baja producción pero con una calidad excelente, que es un pequeño blanco con larga vida, una garnacha blanca con todas las letras y un triple acento: mineralidad, frescor y fragancia.

La Bodega Clos93 empieza su aventura vitivinícola en el 2008, en un pequeño pueblo situado en el Priorat más intenso, a cinco kilómetros de Gratallops. cuando Rubén Sabaté, entonces estudiante de enología, empezó a elaborar vinos para un consumo doméstico con las uvas de sus viñedos de los alrededores de El Lloar. Y el primero que lanzó al mercado fue el coupage del 2011. Ahora lo produce con tres familiares, que quieren transmitir su estado de felicidad a través del vino de su creación.

 

4 Olbia -- Marco Abella

Olbia es un blanco que se presenta con la sutileza de sus aromas, su equilibrio y con sedosidad en boca. Con un marcado aroma de pera dulce, flor de camomila y fondos de almíbar de manzana, este vino evoca la calidez del sol del Priorat.

Elaborado mediante fermentaciones lentas con levaduras autóctonas y envejecido durante seis meses en barricas de roble francés, el resultado es un vino de intensos aromas frutales con un agradable tacto en boca y muy buen persistencia.

Marco Abella una pequeña bodega fundada en 2001 con un gran respeto por el retorno, una filosofía muy poco intervencionista y una viticultura biodinámica, representan la segunda revolución en el Priorat .

La bodega consta de 1500 m², distribuidos en tres plantas, dos de las cuales están enterradas a más de siete metros, y en donde utilizan la gravedad para cada uno de los pasos de la vinificación y levaduras autóctonas para la fermentación.

En la actualidad, bajo la gerencia de David Marco y la dirección comercial de Olivia Bayés (propietarios de la bodega) y con la ayuda del enólogo José Luis Ruiz, la capacidad de elaboración del celler se sitúa entre las 50.000 y 80.000 botellas anuales según la añada.

3 Aigua de Llum -- Vall Llach

Este coupage de variedades mayoritariamente catalanas hace que tengamos en copa un vino vivo, alegre y suave. Aunque está envejecido durante cuatro meses en barricas nuevas de roble francés, el blanco de Vall Llach se percibe de un modo muy sutil y elegante en boca. De hecho, el nombre del vino, 'Aigua de Llum', proviene de un fragmento del poema Solstici, del poeta Miquel Martí i Pol.

El Celler Vall Llach fue creado a principios de los 90 por el cantante Lluís Llach y el notario Enric Costa en la localidad de Porrera, en una apuesta por la microproducción controlada de sus fincas y "trossos" (sus viñedos centenarios), buscando la calidad por encima de la cantidad.

Actualmente el co-proprietario y enólogo de la bodega es Albert Costa Mirabell, una gran figura elaborando vinos en el Priorat y en otras regiones. De hecho, entre sus manos tiene también un proyecto en Marruecos que nos tiene a todos con muchas ganas de ver los resultados. 

2 Nunci Blanc -- Celler Mas de les Pereres

Elaborado con viñas viejas de garnacha blanca y macabeu del terroir prioratino, que crecen en laderas abundantes en pizarra. Fermentado en tinas de acero inoxidable, otorga una crianza elegante durante seis meses sobre lías. Tiene un paso por boca largo y persistente, con notas florales y aromas tostados y de crianza.

Es un vino intenso y complejo, que al descorcharlo logrará que cualquier ocasión se vuelva especial.

El Celler Mas de les Pereres es una pequeña bodega prioratina fundada en el 2000, donde Dirk Hoet elabora sus vinos de "garaje", que son tintos y blancos con una alta expresión del terruño. La filosofía de su creador se resume en su frase “lo que la tierra le debe al vino y viceversa”.

1 Nelin -- Clos Mogador

Nelin es la interpretación de la familia Mogador sobre cuál es la concepción del vino blanco en el Priorat. Elaborado con garnacha blanca con macabeu, representa el equilibrio entre conceptos femeninos y masculinos en el esplendor de la juventud. El vino fermenta en barricas y tinas de roble con levaduras autóctonas, y  pasa 16 meses en tinas de roble y en tinajas de cemento.

René Barbier llegó al Priorat, procedente de una reconocida familia de viticultores franceses, cuando los vinos de esta zona eran totalmente desconocidos. Los vinos proceden de uva de cepas con un mínimo de edad y se elaboran en la misma finca con sumo cuidado, con extracción de una parte del jugo de la uva (con lo que se consiguen vinos muy concentrados), fermentación alcohólica, maceración y maloláctica en fudres (toneles grandes) y barricas, y teniendo en cuenta las fases lunares a la hora de embotellar.

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