El descubrimiento de los mejores vinos de Jean Leon

Una cata descubre las características de las añadas más importantes de esta bodega del Penedès, perteneciente al grupo Torres

En la elegante tienda de Vins & Co (Aribau 177, Barcelona) se realiza, periódicamente, catas de vinos que permiten sumergirnos en el fascinante mundo de la enología, descubriendo nuevos gustos y sensaciones, todo un viaje de los sentidos. Y hace pocos días tuvimos el placer de conocer los vinos de finca de la bodega Jean Leon de la mano de Mireia Torres, enóloga y directora de esta bodega perteneciente al grupo Torres.

Jean Leon es un emprendimiento de 150 hectáreas en el corazón del Penedès, de las cuales 65 se dedican a la producción vitivinícola. Sus productos poseen la certificación de Vi de Finca, reconocimiento a los vinos que provienen de un viñedo único. Además, cabe destacar que la bodega practica la agricultura ecológica desde 2008.

Estos vinos de finca, de una marcada elegancia, están elaborados para ser guardados por largo tiempo, y deben ser conservados en una cava que cumpla con las condiciones ideales de temperatura, clima y humedad para preservar un producto tan delicado.

 

Una cata que fue un placer para los sentidos

Por ejemplo, ‘memorable’ justa es la palabra para describir la delicadeza del cabernet sauvignon de 1975, y así como éste, todos los vinos que hemos probado estaban enteros y muy vivos. Estos productos se han presentado en el formato magnum, empezando desde los más jóvenes a los más viejos. La idea era observar la evolución del vino a lo largo del tiempo y su conservación en botella. Estas fueron las añadas que hemos descubierto:
 

  • Jean Leon cosecha 2004: aunque está muy equilibrado, todavía le quedan muchos años de vida en botella. Puede considerarse como una añada clásica, en la que los vinos tienen una buena acidez, y de la que pensamos que va a evolucionar bien en el futuro. Esta es una añada que tendrán una larga vida de conservación.
     
  • Jean Leon cosecha 2001: por el contrario, este vino se presenta más duro, algo más seco y un pelín difícil de beber. Y da la sensación que presenta una vuelta a un perfil más clásico. A primera vista, se presenta en un tono anaranjando con matices teja y capa baja, pero detrás de la pirotecnia de descriptores se encuentra uno de los vinos con aroma más potente que hemos conocido en años. Creo que debería seguir reposando en bodega un poco más de tiempo.
     
  • Jean Leon cosecha 1999: de color rubí, con tonos teja de evolución y capa variable a profunda, en nariz se presenta con un matiz intenso, complejo y elegante, con recuerdos especiados y a fruta y con aromas terciarios. Tiene una gran estructura de cuerpo, suave y elegante, y en boca se lo percibe armonioso, redondo y con potencia.
     
  • Jean Leon cosecha 1997: me he sorprendido con la expresividad de esta añada. En boca se ha percibido más goloso y sabroso, de presencia más amable, con ciertas notas animales (que en los vinos antiguos están aceptadas), y de un final largo con sensaciones variadas: cacao, balsámico y mineral.
     
  • Jean Leon cosecha 1975: el corcho fue encontraba en perfecto estado de conservación, y fue extraído por un sacacorcho de láminas, llamado ‘mayordomo’, que es el más apropiado para remover el corcho de un vino que ha estado muchos años en guarda; porque si se usa un sacacorcho ‘de dos pasos’ hay riesgos de que el tapón se rompa. Este vino exhibe un color rubí intenso, con un leve halo violáceo. En el olfato se presenta con aromas complejos, como los de tabaco, pasa de ciruela, cuero, regaliz y algunas notas de hierba; y en la boca se lo percibe como un vino carnoso, con una acidez muy viva.

Tras la degustación de estos excelentes productos de Jean Leon, uno no puede olvidar la frase que se repite mucho en este tipo de encuentros: “lo mejor se está por hacer, la mejor cosecha debe ser la próxima». Sin esta máxima, se habría acabado el mundo del vino.

a.
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