Las seis croquetas de calamares que son tendencia en Barcelona

Son dos de las tapas más pedidas en España, y juntas forman una combinación explosiva

Las croquetas están de moda. Es una de las tapas más pedidas en los variopintos y concurridos bares de la geografía española. También los calamares tienen un éxito arrollador en el país. A la romana, a la andaluza, encebollados, en salsa, a la brasa y, cómo no, en su tinta. Una de las combinaciones más explosivas de los últimos tiempos pasa por mezclar la croqueta con el calamar.

El abanderado de esta exquisita idea fue el gaditano Ángel León. Conocido como el chef del mar por sus innovaciones marinas en el restaurante Aponiente (dos estrellas Michelin), ha logrado crear la croqueta suprema de calamares en su tinta. Puede ser la mejor, pero no la única de gran calidad que se puede comer por las calles de Barcelona.

6 La Peninsular -- Carrer del Mar, 29

Callejeando por la Barceloneta, a tiros entre la asfixia de la playa y el tráfico incontrolable de turistas, se esconden lugares que respiran estilo propio y buen gusto por la cocina. Acogedora y apetecible, la pequeña Peninsular ofrece croquetas diferentes, que varían en función del día. Aunque la mejor es la de pollo, también cuenta con una sabrosa croqueta de calamares en su tinta “especialidad de la casa”. Cada croqueta cuesta 1,90 euros.

5 Bar Joanet -- Plaça de Sant Agustí Vell, 6

Entre el Born y el Arco del Triunfo se encuentra este local tricentenario de ambiente muy familiar. La croqueta de chipirones es una de las muchas que hace habitualmente Àngels, la cocinera y esposa de Joan, dueño del negocio. También en este bar se puede degustar una acertada croqueta de pollo. La ración de seis croquetas sale a 5,55 euros.

4 La Cuina del Ninot -- Casanova, 133

Restaurante de nueva creación incrustado en el Mercat del Ninot. Mezcla un aire sofisticado con el encanto del antiguo mercado, que puede contemplarse desde las cristaleras interiores. Las croquetas no abundan por la variedad, sino por la calidad. Especialmente recomendables son las de calamar en su tinta. Las venden en raciones de a dos por un precio de 3,2 euros cada pareja. Las croquetas de jamón con menta y la tempura de pulpo también merecen mención a parte. 

3 D.O. Vins i Platillos -- Verdi, 36

Muy cerca de los famosos cines Verdi se hizo hueco hace 19 años un pequeño espacio con una receta inmejorable: buenos vinos acompañados de sabrosas tapas. Las croquetas son uno de los platos estrella de la carta y acaparan la sección “para picar”. Especialmente recomendable es la croqueta de pulpo y calamar, aunque la clásica de jamón también es cosa fina. La mejor, no obstante, es la de huevo frito y trufa blanca. Los buñuelos de chocolate en diferentes texturas para asegurar un postre dulce y nada pesado son ideales: se deshacen en la boca. Tanto las croquetas como los buñuelos se pueden probar por 1,40 o 1,50 euros.

2 Paco Meralgo -- Muntaner, 161

En pleno Eixample Esquerra encontramos una gran combinación de sabores y sentido del humor. La croqueta de sepia Obama –se llama así por el color oscuro de la tinta– es una auténtica delicia y viene acompañada de una base de all i oli casero para chuparse los dedos. Cada una cuesta 1,90 euros.

1 Bistreau by Ángel León -- Passeig de Gràcia, 38

La mejor croqueta de calamares en su tinta se encuentra en el restaurante del lujoso Hotel Mandarin. La ración de seis unidades es una de las especialidades de una carta de tapas del mar pensadas para compartir donde también se pueden degustar unas originales tortillitas de camarones, bravas del mar y bocadillo relleno de calamares guisados. Entre sus segundos destacan el arroz con pláncton, el tartar de atún rojo mezclado con ternera y la parpatana de atún rojo. La ración de seis croquetas se ofrece a 12 euros.  

a.
Ahora en portada