La zancadilla de Barcelona pone al ralentí el hotel de la Torre Agbar

Los promotores del proyecto frenan las conversaciones con las cadenas hoteleras tras continuos retrasos a la hora de recibir la licencia

Hace un año y medio que el Ayuntamiento de Barcelona admitió a trámite el proyecto hotelero de la Torre Agbar. Disfrutar de un certificado urbanístico permitió a Emin Capital sortear la zancadilla de la moratoria de licencias turísticas. Sin embargo, no contaba con que tras doblar la esquina se encontraría con un muro normativo que ha aplazado la concesión de los permisos en, al menos, tres ocasiones.

Por ello, el fondo enfría las conversaciones con las cadenas hoteleras interesadas en el inmueble. Y es que según explican fuentes del sector, la canadiense Hyatt, con un preacuerdo, ya contempla otros edificios en la capital catalana por si el alojamiento no sale adelante. Establecimientos como el que plantea Platinum Estates en la antigua sede de Telefónica, también pendiente de la política urbanística municipal, aparecen en el horizonte de la firma norteamericana.

Mientras, Simone Roemheld, directora de Comunicación de la empresa en Europa, admite a Cerodosbé que el proyecto en la Torre Agbar “presenta una interesante localización y edificación”. No obstante, matiza: “nunca hemos confirmado que vayamos a hacer un hotel Hyatt allí”. 

Emin Capital duda si el Ayuntamiento le otorgará finalmente la licencia

Resignado, el equipo de Emin ha abierto el abanico de nombres que pueden operar uno de los alojamientos más deseados de la capital mediterránea. Aunque novias no le faltan, siempre lanza la misma advertencia: «nosotros queremos hacer un hotel, pero no estamos al 100% convencidos de que podamos abrirlo».

Pese a las garantías que da el consistorio en público, lo cierto es que lleva meses retrasando la concesión de la licencia. La última ocasión, durante este mismo otoño. «Nos prometieron los permisos en octubre, y no llegaron; luego en noviembre y ya nos han dicho que tampoco estarán a tiempo», lamentan los promotores del alojamiento.

El consistorio asegura que la licencia se firmará «en las próximas semanas»

La dilación se remonta incluso al verano, pues, según explican técnicos del Ayuntamiento, ya se les pidió congelar el permiso hasta después de las elecciones generales del 26 de junio para no interferir en la campaña electoral de En Comú Podem (Podemos).

Por contra, el consistorio explica que «en los últimos meses se ha llevado a cabo un trabajo técnico exhaustivo para verificar que el proyecto se adecua a la legalidad vigente y cumple con todos los requisitos necesarios». Así, emplaza a Emin a «las próximas semanas» para firmar la licencia después de haberse incluido todos los ajustes solicitados por parte de la administración.

Mientras el hotel de la Torre Agbar avanza a trompicones, otro de los proyectos que logró regatear la moratoria ha recibido el rechazo directo del Ayuntamiento: el Hotel Praktik en la zona de Drassanes. El argumento para el bloqueo municipal ha sido la cercanía de la muralla medieval; una excusa que necesitaba de la complicidad de la Generalitat, que ha rechazado frenar la construcción del inmueble.

Los hoteleros barceloneses confiaban en que el pacto con el PSC relajara las políticas turísticas de Colau

De este modo, los hoteleros barceloneses han visto cómo se deshacía poco a poco la esperanza de que la mano dura de Ada Colau se relajara tras la entrada del PSC al consistorio. Varios empresarios y representantes patronales han solicitado en numerosas ocasiones al teniente de alcalde Jaume Collboní que ablande las políticas turísticas de Barcelona en Comú, hasta el momento sin éxito.

Así, a la espera de ver la forma final del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), la influencia socialista se antoja más bien escasa hasta la fecha.

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