El proyecto fallido de Paradores: Una franquicia en tres años

La cadena hotelera pública sólo ha conseguido un socio portugués desde que implementó el plan para crecer en el extranjero

Era una de las puntas de lanza de la compañía pública. Las franquicias debían ser el gran soporte de Paradores Nacionales de Turismo para crecer sin recurrir a los Presupuestos Generales del Estado, plagados de recortes. Si bien a la hotelera ya le cuadran los números tras seis años en pérdidas, la búsqueda de socios se le atraganta. Tres años después de presentar el proyecto de franquiciados sólo ha abierto un establecimiento: El Casa da Ínsua, en Portugal.

La idea salió por primera vez a la luz pública en enero de 2014. En una entrevista con EFEÁngeles Alarcó, presidenta de la entidad, señaló que sería la vía de crecimiento de la empresa fuera de España. Además, también habló de la intención de franquiciarse en Madrid, BarcelonaBadajoz, Navarra y Salamanca. «En 2014 ya podríamos empezar con alguno», adelantó. Nada más lejos de la realidad. El primer inmueble se abrió en 2015 y no se ha vuelto repetir una operación similar.

Un portavoz de Paradores señala que es «imposible» conocer el presupuesto que se ha destinado a la promoción de este modelo, una de las peticiones de los sindicatos durante los últimos meses. «El departamento de marketing realiza acciones conjuntas en las que promueve diferentes caras de la empresa por lo que es muy complicado de desglosar económicamente», justifica.

Voces internas de la empresa alertan de que el proyecto «no ha tenido el éxito esperado» por las condiciones leoninas impuestas a los asociados

Sin embargo, sí destaca que desde que el hotel Casa da Ínsua se ha introducido en la red de la cadena «su ocupación se ha incrementado un 30%». Preguntado sobre si se iba a ‘fichar’ nuevas franquicias bajo el paraguas de la compañía pública, asegura que existen conversaciones «con otros dos o tres propietarios». Sin embargo, ha evadido dar más información sobre el destino o el inmueble.

Voces internas de la empresa alertan de que el proyecto «no ha tenido el éxito esperado» por las condiciones leoninas impuestas a los asociados. Paradores admite que los requisitos son exigentes y que no cualquiera puede entrar en el programa. Los franquiciados deben sufragar los costes para adaptarse a los estándares de la cadena, además de un pago inicial y una cuota anual por el uso de la marca.

Se requiere que el alojamiento ya esté operativo, que posea un mínimo de cuatro estrellas y que esté ubicado en un lugar monumental o costero

Además de económicas, las barreras son arquitectónicas. No todos los inmuebles pueden estar bajo el paraguas de la hotelera pública. Se requiere que el alojamiento ya esté operativo, que posea un mínimo de cuatro estrellas y que esté ubicado en un lugar monumental o costero.

Pese a que el proyecto de franquicias navega a la deriva, la empresa tiene motivos para sonreír en 2016. La cara luminosa de la moneda son los beneficios de cuatro millones de euros que la compañía presentó en 2015. La cara oscura, la renovación a oscuras de Alarcó –ex mujer del antiguo ministro Rodrigo Rato— como presidenta de la entidad. 

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