Fairmont rastrea Madrid y Marbella para expandirse en España

La hotelera busca oportunidades en el país mientras consolida su apuesta en el barcelonés Rey Juan Carlos I

Hasta hace 20 meses, el gigante hotelero Fairmont vivía de espaldas a España. Si bien la cadena canadiense había contemplado instalarse en varios inmuebles del país, la operación nunca llegó a cuajar. Finalmente, el viejo Hotel Rey Juan Carlos I (Barcelona) fue el escogido, golpeado por la crisis de HUSA y sin una gran marca que gestionara el establecimiento del príncipe saudí Turki Ben Naser. Más de un año y medio después, la firma quiere más y ya peina Madrid y Marbella en busca de nuevas oportunidades.

«Son los dos destinos que pueden aguantar precios altos sin resentirse», explica Franck Sibille, director general de la compañía en España. En la capital, la búsqueda es en un lugar céntrico como la deseada Gran Vía, avenida en boga entre las grandes marcas internacionales. Sin embargo, «no vamos a entrar en un destino a cualquier precio», advierte. Lejos de la vorágine compradora de otros nombres, Fairmont se expande a un ritmo lento. «Buscamos un edificio singular», zanja.

Las aperturas pueden llegar tanto con la marca Fairmont como bajo la enseña de Raffles, de gama incluso más lujosa pero en inmuebles más pequeños.

Mientras planea su desarrollo en España, esta semana ha presentado una reforma integral de su insignia en Barcelona, en la que ha invertido 37 millones de euros. La obra todavía no está completa, pero el espacioso hall y más de la mitad de las habitaciones ya han sido renovadas bajo una imagen mucho más moderna. El Juan Carlos I entra de lleno en el Siglo XXI.

Las espectaculares vistas sobre la ciudad de Barcelona tienen ahora un precio medio de 130 por noche. En 2017 será de 183 euros y en 2019 de 270

Por el momento, y con un 60% de ocupación debido a los trabajos, el hotel ya saldrá de pérdidas en 2016. Pese a resistirse a dar la cifra exacta, Sibille si es más claro con la facturación: «En 2015 fue de 28 millones de euros, este año ya será de 40 millones y el objetivo para 2019 será duplicarla, como mínimo».

La reforma les permitirá elevar el precio medio de manera notable. Las espectaculares vistas sobre la ciudad de Barcelona tienen ahora un precio medio de 130 por noche. En 2017 será de 183 euros y en 2019 de 270.

Por ello, la plantilla ya mira ilusionada al futuro tras un pasado reciente oscuro. El alojamiento fue víctima de varios Expedientes de Regulación de Empleo temporales durante la etapa más dura de la caída del imperio de HUSA, la cadena de Joan Gaspart. Despidos y reducciones de jornada estuvieron a la orden del día para un equipo que, al fin, puede presumir del hotel en el que trabaja.

a.
Ahora en portada