Otro famoso se suma a la hotelería de lujo

¿Qué hacer cuando se tienen millones de dólares en la cuenta bancaria? Entre las múltiples opciones del mercado muchos actores, futbolisas y músicos prefieren invertir en hoteles.

Leonardo DiCaprio sigue la senda de Robert De Niro, Francis Ford Coppola, los miembros de U2, Cristiano Ronaldo y Lionel Messi. El actor norteamericano espera que en pocos meses pueda abrir las puertas del complejo Blackadore Caye, que se presenta con el slogan de “una isla restauradora”.

Este cayo forma parte de un islote deshabitado frente a la costa de Belice, en América Central, que fue comprado por DiCaprio con el empresario Paul Scialla por 1,5 millones de euros. Allí están terminado de construir un complejo de 42 hectáreas que presume de haber sido levantado con los parámetros de construcción ecológica más sostenible.

Por ejemplo, los huéspedes se alojarán en bungalows flotantes alejados de la isla, para minimizar el impacto ambiental del complejo.

Si no hay contratiempos ni huracanes que retrasen el proyecto, el Blackadore Caye se inaugurará en el 2018, informó la Agencia de Promoción Turística de Centroamérica.

Recreación de la Plaza Gaia, punto de bienvenida de los huéspedes del Blackadore Caye. 

Turismo y activismo ecológico

Es que la idea de DiCaprio, que se ha revelado como un embajador de las causas ecológicas, es que este complejo no sólo sirva para descansar, sino para que los huéspedes tengan una relación diferente con la naturaleza, y de paso, aprovechar para crear áreas de reserva de flora y fauna caribeña.

Su oferta culinaria será orgánica y algunos de sus productos, como por ejemplo las verduras y hortalizas que se utilicen en su restaurante, serán cultivadas en un huerto propio.

Algunos sectores de la isla funcionarán como reserva para recuperar la vegetación que fue depredada por los pescadores locales, y cerca de las playas se instalarán arrecifes artificiales para que los peces y otras especies vuelvan a poblar el litoral costero.

Inclusive, aquellos privilegiados que puedan pagar entre 1.500 y 2.000 dólares por cada noche de alojamiento también podrán participar en los trabajos de conservación.