High Tech Hotels cerró el 2015 en quiebra técnica

Los resultados de la hotelera revelan unos fondos propios negativos de 15 millones de euros, disimulados por el retorno a los beneficios de la compañía

El futuro de High Tech Hotels parece ahora lejos de la horca. Bajo el nombre de Petit Palace, la cadena hotelera presume de nuevos accionistas tras la salida del fondo N+1 Dinamia del capital y el salto de tres minoritarios al gobierno de la empresa. El plan de negocio convence a los acreedores que, sin embargo, todavía miran con recelo las deudas y contraídas por la compañía. De hecho, la sociedad cerró el ejercicio 2015 en situación de quiebra técnica.

Las cuentas a las que ha tenido acceso Cerodosbé revelan un Patrimonio Neto negativo de 12,6 millones de euros. Con los datos en mano, cualquier acreedor o accionista de la firma podría solicitar el Concurso de Acreedores. «No lo hacemos porque la empresa ha vuelto a ganar dinero», explican.

High Tech Hotels registró unos beneficios de 23,3 millones de euros. Un alivio tras acumular casi 50 millones de pérdidas en los últimos tres años. Prácticamente la totalidad de las ganancias han ido destinados a aliviar los problemas de liquidez de la empresa, que todavía no ha abandonado la sala de cuidados intensivos. En 2014, los fondos propios negativos superaban los 35 millones de euros.

La hotelera se centra ahora en reducir el período de pago en aquellos casos en los que se ha superado el plazo máximo establecido en la normativa de morosidad

Así, tras un inicio de año complicado «marcado por la baja demanda histórica que presenta la compañía», la empresa ha logrado elevar el RevPar –ingresos por habitación– un 19% gracias a la estabilización del volumen de clientes y a un incremento de precios del 16%.

De cara al ejercicio 2016, la hotelera se focaliza en reducir el período de pago en aquellos casos en los que se ha superado el plazo máximo establecido en la normativa de morosidad.

Impulsados por el optimismo, tanto el Consejo de Administración como la Alta Dirección ha decidido duplicar sus salarios. De los 561.803 euros del año 2014 al 1.190.908 millones de 2015. Además, se ha contratado un seguro de vida con una cobertura de 601.000 euros para un miembro del Comité de Dirección.

El futuro de la cadena pasa por convertirse en «un referente de hotel boutique urbano, de menos de 100 habitaciones, en ubicaciones premium»

Si a nivel financiero High Tech empieza a asomarse del túnel en el que ha estado inmersa durante tres años, a nivel operativo muestra con ambición el objetivo de alcanzar el centenar de establecimientos. Con 33 alojamientos en cartera, Alfonso Castellano, consejero delegado de la cadena, explicaba a Cerodosbé el pasado mes de marzo que la nueva marca quiere ser «un referente de hotel boutique urbano, de menos de 100 habitaciones, en ubicaciones premium».

La voracidad es total. De este modo, la compañía abrirá la posibilidad de franquiciarse y estudia el sector de los hostels y los apartamentos turísticos. No es todo. Plantea dar el salto a la prestación de servicios comerciales en ciudades secundarias e imitar el modelo de Hotusa o Sercotel.  «Ellos llevan muchos años en el sector, tienen una mochila que les impide adaptarse rápidamente», desafiaba el ejecutivo.

Actualmente, el capital de High Tech está dividido entre Inversiones el Piles (54%), una empresa asturiana que también participa en el Grupo Duro Felguera; Edificio Miño (11%), un fondo propiedad de uno de los accionistas de Seguros Santa Lucía; y el grupo inmobiliario sueco General Oliex Company (35%).

 

 

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