Meliá acelera su crecimiento en Francia

La hotelera busca oportunidades fuera de París en un país que crece a menor ritmo del esperado en sus balances

El rey del Caribe quiere recuperar el terreno perdido en el centro de Europa. Meliá, la mayor hotelera de España, subraya la expansión en Francia dentro de sus planes de crecimiento. El país vecino, con 82,6 millones de viajeros internacionales en 2016, el mayor destino turístico del planeta, sólo oferta seis establecimientos de la cadena balear; todos en París, afectada el año pasado por el impacto de los atentados terroristas.

La empresa ya ha comenzado a construir el séptimo hotel de la capital gala. Será el desembarco de la marca Innside by Meliá en el país y se convertirá en su primer alojamiento en el Aeropuerto Charles de Gaulle. Planteado especialmente para el turista de negocios, la apertura está prevista para 2019.

Pero el interés no acaba a orillas del río Sena. Los ejecutivos de la cotizada ya sondean distintos proyectos en ciudades del sur de Francia como Marsella y Burdeos. Especialmente interesante les resulta el matrimonio entre la localidad de Saint Tropez, uno de los destinos más lujosos de la Costa Azul, y la marca ME by Meliá, para los amantes del lifestyle.

El objetivo de Meliá es expandir su abanico de marcas por Francia

“El objetivo es expandir nuestras marcas en una de las principales potencias mundiales como palanca para impulsar su reconocimiento internacional”, explican desde la compañía. Actualmente, la hotelera apenas cuenta con la marca Meliá y la marca Tryp en el país.

En Francia, ante la rigidez de la oferta, los ingresos por habitación disponible de la empresa crecen a un ritmo inferior al esperado. En el segundo trimestre de 2017 subieron apenas el 1,5% frente al segundo trimestre de 2016, principalmente gracias al aumento de precios. En los tres meses anteriores el crecimiento, también modesto, fue gracias a una mayor tasa de ocupación.

El hotel de Meliá en el barrio de La Défense pasa por dificultades

Los tres establecimientos situados frente a la Torre Eiffel, junto a la Ópera y a pocas calles de la plaza Vendôme han liderado la evolución de Meliá en el último semestre. “La excepción fue el hotel en el barrio de La Défense, que luchó contra la disminución del turismo de negocios en la zona”, lamentan.

A pesar de la lentitud, el negocio parisino funciona. A lo largo de los primeros seis meses de 2017 registró una ocupación del 69%, ligeramente inferior al 69,2% de la media europea. Los ingresos por habitación disponible no obstante fueron de 122 euros, muy por encima de los 73,6 euros de la media continental.

De este modo, Meliá es optimista para lo que resta de ejercicio. “Tenemos perspectivas positivas considerando el incremento de los precios”, aspiran. “El objetivo es recuperar los márgenes y la rentabilidad de las cifras del año pasado”, cierran.

a.
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