La oferta de pisos turísticos en Barcelona sextuplica la de San Francisco

El primer informe que mide el impacto de plataformas como Airbnb encargado por la patronal turística Exceltur enciende las alarmas en los hoteleros. El sector regulado pide al gobierno que obre IVA al sector emergente

La oferta de pisos turísticos anunciados en plataformas de contacto entre usuarios como Airbnb y HomeAway supera en Barcelona los 37.000 pisos, seis veces más que la oferta de San Francisco, según los datos del primer informe sobre el impacto del alquiler de viviendas turísticas en España.

La ciudad estadounidense donde nació Airbnb y otras plataformas de economía colaborativa como Uber apenas cuenta con 6.000 viviendas de uso turístico, según los datos de la ciudad recogidos en el informe elaborado por Ernst & Young. Pero los 37.000 pisos de Barcelona, en realidad, ofrecen una capacidad de alojamiento mucho mayor.

La patronal turística estima que los pisos turísticos de Barcelona tienen una capacidad de alojamiento de 137.000 plazas, una cifra que duplica la oferta de hoteles, hostales y demás establecimientos enmarcados dentro de la legalidad. Exceltur ha pedido al gobierno que aumente la regulación sobre esta oferta que no deja de crecer, pero el Ejecutivo de Mariano Rajoy, ya en modo electoral, difícilmente tomará decisiones sobre el tema al final de la legislatura.

Mientras tanto, el negocio emergente no deja de crecer. Los pisos anunciados por Airbnb en España ha aumentado el 13% en los últimos tres meses, según los datos recogidos en el informe. «No es una competencia del hotel cinco estrellas contra el pequeño piso del señor Fernández. Pedimos igualdad de condiciones para todos, porque un piso turístico reglado en un mismo edificio tiene condiciones que lo castigan frente a otro con una oferta no reglada», explica José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur.

Competencia desleal

Por ello, la patronal quiere que el gobierno comience a exigir el pago del IVA al alquiler de apartamentos turísticos, así como certificados de homologación energética y una conexión permanente con la policía para comunicar las entradas de huéspedes, unas condiciones exigidas para los establecimientos hoteleros. El informe ha calculado que un mayor control impositivo sobre plataformas como Airbnb y HomeAway supondría una recaudación de 800 millones de euros anuales en España.

El informe abunda sobre los supuestos males que implica la oferta de viviendas turísticas: visitantes de menor poder adquisitivo, una menor generación de empleo y la competencia desleal respecto a los hoteles que pagan tasas e impuestos. Pero como todo depende de la perspectiva, la próxima semana Airbnb, la plataforma líder en el alquiler de pisos turísticos entre particulares, presentará un informe en España que seguramente mostrará las bondades de este nuevo modelo de negocio.

Airbnb también comienza a movilizar a su comunidad de usuarios que se sienten igual de legitimados que los hoteles para defender su creciente y próspero modelo de negocio. Ante la confrontación de dos sectores, Nueva York ha comenzado a exigir que la comunidad de vecinos apruebe el uso turístico en un edificio, París ha delimitado la oferta por zonas y Londres ha librado de impuestos a los dueños de pisos que alquilen su piso hasta por nueve meses al año. Mientras tanto, España sigue en campaña.  

a.
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