Las tumbas de los ex presidentes se convierten en reclamo turístico

El lugar donde descansa el ex líder venezolano Hugo Chávez es la última atracción para los visitantes de Caracas. Otras tumbas como la del ex líder vietnamita Ho Chi Minh o la de Evita Perón destacan por su atractivo turístico

En el Cuartel de la Montaña, el antiguo centro estratégico militar desde donde Hugo Chávez dirigió el Golpe de Estado con el que buscó por primera vez la Presidencia de la República, crecen las ventas de souvenirs. Las casas humildes ubicadas junto a la entrada del recinto donde fue enterrado el expresidente venezolano han descubierto un nuevo negocio: venta de muñecos, banderas y camisetas rojas con el lema “Chávez vive, la lucha sigue”.

También venden empanadas, cafés, zumos naturales muy demandados en los desayunos venezolanos, botellas de agua y Coca-Cola. La peregrinación de visitantes ha hecho florecer los comercios informales de la zona visitados por miles de personas cada día. Los domingos y festivos las colas son largas. Hasta cinco horas de espera debieron soportar los visitantes para ver la tumba del comandante el pasado 11 de abril, cuando cerró la última campaña electoral en Caracas.

 
La peregrinación de visitantes ha hecho florecer los comercios informales de la zona

 
No era festivo, pero los empleados públicos que tuvieron el día libre para asistir al cierre de campaña de Nicolás Maduro prefirieron visitar la tumba de Chávez. “Yo estoy jubilada y ahora vivo de esto. La gente compra banderas y afiches porque quieren llevar un recuerdito a sus casas”, explica una vendedora informal en las afueras del cuartel.
El recinto donde fue enterrado Chávez se ha convertido en un museo del chavismo. Hay fotos del comandante en todas las estancias, se explica una cronología de su vida política y los militares, encargados de explicar la visita turística, destacan “su amor infinito por los pobres”.

Al igual que como se hace en los grandes monumentos, los visitantes se sacan fotos frente a la tumba, siempre custodiada por cuatro guardias de honor y rodeada por “la fuente de los cuatro elementos”. La tocan, la besan. No es extraño ver a mujeres llorar y también le dejan cartas, peticiones, cartas de amor eterno.

No se cobra entrada y, ante el aumento de visitantes, la alcaldía de Caracas ha inaugurado una nueva línea de transporte gratuita desde el centro hasta el cuartel.

Pero el cuartel en el que residen los restos del líder venezolano no es la única tumba destacada por su atractivo turístico. Es el caso del monumental edificio que alberga en Hanoi (Vietnam) el cuerpo embalsamado del padre de la revolución vietnamita, Ho Chi Minh.

El colosal mausoleo construido en mármol abrió sus puertas en 1975. Desde entonces, autóctonos y turistas pueden contemplar, de manera gratuita, los restos momificados del que fuera líder del país del sureste asiático. Diversos miembros de la guardia, ataviados con un uniforme blanco impoluto, custodian el cuerpo del dirigente comunista. En el interior, la policía vela para que ningún turista tome fotografías. Además, las instrucciones son claras: la sala se debe recorrer en silencio y en fila india.

En octubre y noviembre, la tumba cierra sus puertas al público para que el cuerpo sin vida de Ho Chi Minh se traslade a Rusia donde se revisa su estado de conservación.

Otra tumba convertida en reclamo turístico es la de María Eva Duarte de Perón, más conocida como Evita. Se puede visitar en el cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires.

La ex primera dama argentina está enterrada en el panteón de la familia Duarte, el cual está siempre rodeado de turistas y curiosos que se hacen fotografías y depositan flores junto al monumento.

A la de Chávez, Evita o Ho Chi Minh se unen otras tumbas famosas como la de Vladimir Ilich Ulianov, conocido como Lenin. El ex dirigente comunista ruso descansa en el mausoleo que el Gobierno alzó en 1924 en la Plaza Roja de Moscú. Desde entonces, es uno de los principales atractivos de la capital.

a.
Ahora en portada