Barcelona, un éxito espectacular

El Turismo riega la ciudad de millones, ya que es la cuarta plaza del turismo internacional

El Turismo aporta, y distribuye, 20 millones de euros diarios a la ciudad de Barcelona. Es un maná, lo que podría llamarse, en términos modernos, un milagro económico. Y ha sido posible gracias a la inteligente combinación de unas condiciones objetivas, al lado de una gestión muy profesional del negocio turístico. Es cierto que los JJOO pusieron Barcelona en el mapa. Es una ciudad con buenas condiciones climatológicas, con atractivos culturales muy destacables, y, en algunos casos, únicos (MNAC).

Está en el Mediterráneo, se vive bien, con alegría, y se come mejor, tiene atractivos turísticos interesantes, es cosmopolita, a veces vanguardista.

En definitiva, la percepción internacional es muy buena. Sin embargo, otras ciudades europeas podrían esgrimir similares atributos. ¿Por qué, pues, Barcelona, en el periodo 1993-2013 ha recibido 100 millones de turistas?
 

 
Quizá el éxito más espectacular haya sido Turisme Creuers, con siete terminales en el puerto

 
Es evidente que se habrá hecho bien. Veamos algunos ejemplos. El Bus Turístic ya había transportado 22 millones de turistas en el año 2000. Otras ciudades tienen el mismo modelo de negocio, pero aquí se ha ido incrementando rutas, y la experiencia continua siendo satisfactoria. La BCN Card, tarjeta que permite visitas distintos museos, que se ha vendido a 165.000 turistas; la Shopping Line, para integrar, bajo una misma marca, la mejor oferta comercial; el programa BCN Cultura, con los años temáticos Gaudí, Miró etc. El programa City Breaks, reuniones empresariales cortas, de gran éxito. O BCN Sports que ha congregado en estos últimos años a 2,7 millones de espectadores.

Pero quizá el éxito más espectacular haya sido el Turisme Creuers, que, con siete terminales en el Puerto, es el primer destino/origen de Europa y el cuarto en el mundo. En 20 años ha movido 25 millones de cruceristas. En resumen, Barcelona es la cuarta plaza de turismo internacional, quinta del turismo de reuniones, como hemos dicho, cuarta mundial de cruceros, ciudad de compras reconocida, y con veinte stablecimientos con estrella Michelin.

¡No está mal! Es la envidia de muchas ciudades. Pero, ¿cómo se ha logrado? Es cierto que las condiciones de partida eran muy buenas, pero existen muchos casos, que a pesar de contar con condiciones excelentes no desarrollan adecuadamente ventajas competitivas.

En el éxito de Barcelona ha jugado un papel fundamental Turisme de Barcelona, un consorcio público-privado, que ha pilotado el desarrollo de la ciudad desde 1993, después de los JJOO, creado por el gran alcalde de Barcelona Pasqual Maragall.
 

 
Turisme de Barcelona desarrolla una campaña permanente de relación con agencias y touroperadores

 
Un consorcio de este tipo funciona con el principio básico de la complicidad entre los objetivos públicos y los intereses privados. Turisme de Barcelona, presidido por Juan Gaspart y dirigido por Pere Durán Jr, es el protagonista de este éxito empresarial.

La economía, y más en una ciudad, es un difícil equilibrio entre los intereses generales y las empresas privadas, que lógicamente buscan ganar dinero a lo largo del tiempo. Es un encaje complicado entre el beneficio a corto -subir tarifas hoteleras, ya que la demanda es boyante- frente a crear un polo de atracción permanente y creciente en el largo plazo.

Parece que los hoteleros lo han entendido. Se han dotado, con la ciudad, de un instrumento muy cooperativo, de gestión de la oferta y de fomento de la demanda. Turisme de Barcelona ha desarrollado una campaña permanente de relación con las Agencias de Viaje y los Tour Operadores, ha participado en Ferias de mercados de origen, ha gestionado promociones segmentadas. Es decir , una magnífica labor empresarial. Ha gestionado la demanda al tiempo que modulaba la oferta.

Incluso fue uno de los promotores de la compra de Spanair, que continúa reivindicando como una oportunidad que favorecía el turismo en Barcelona. Que más tarde el proyecto no saliera bien, por razones de gestión, no invalida la apuesta. BCN Turisme es un ejemplo de cómo deben gestionarse intereses públicos y privados. Cuando dice que debería limitarse la oferta en alguna zona de la ciudad lo hace con toda la legitimidad que le da su gestión de los últimos 20 años.

a.
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