El poder de las palabras en la nueva era de los dominios de internet

Cuidado con elegir sufijos obvios como las peticiones masificadas que ya se están reservando al estilo “. health” , ”.aids” o simplemente el nombre de un país

¿Si tuvierais que pensar en una palabra que definiera vuestra empresa, cuál sería?

A partir de enero el ICANN o sea, el organismo estadounidense encargado de las extensiones o de los sufijos que ponemos en nuestros dominios de internet, liberalizará las palabras. Si hasta ahora nuestra preocupación era simplemente comprar y asignar sufijos apropiados al estilo de los “.com” , “.org” o “.net”, las compañías y los organismos ahora tienen que ponerse las pilas a un precio de unos 150 euros y seleccionar las palabras más apropiadas para sus marcas y sus contenidos.

No voy a centrar este artículo desde una perspectiva de márketing o de publicidad aconsejando el saber elegir la palabra apropiada para la compañía y consecuentemente, sus ventas, pero sí haceros reflexionar sobre lo que decía Einstein: «Nuestro lenguaje forma nuestras vidas y hechiza nuestro pensamiento».

Las palabras son las varitas mágicas de nuestros deseos porque provienen de nuestros pensamientos y es impresionante si practicas y haces el ejercicio de utilizarlas con optimismo y positivismo, ver el efecto que producen.

Así es que, cuidado con elegir únicamente unos sufijos obvios y genéricos como las peticiones masificadas que ya se están reservando al estilo “. health” , ”.aids” o simplemente el nombre de un país…

Medir el impacto de los dominios

Desde luego que hay que revisar los apuntes de cómo ejecutar un buen plan de “e-comunicación”, medir el impacto y determinar qué queremos conseguir y cuáles son nuestros objetivos en las palabras que creemos podrían servir en nuestros dominios.

Pero de paso -y aunque tenga muchas controversias- no me cuesta nada repasar los dibujos de cristales del libro del Sr. Masaru Emoto, autor japonés conocido por sus afirmaciones de que las palabras influyen en la apariencia estética de los cristales de agua distinguiéndose claramente si son positivas o negativas…. Y ya que somos un 70% agua …

Decía Johann W. Von Goethe que por lo menos una vez por día habría que escuchar una canción, leer un poema, mirar una obra de arte y, pronunciar alguna palabra sensata.

Esperemos que los futuros sufijos de internet elegidos por la mayoría nos alegren la vida, ¡puesto que creo en la tecnología de los “Social media” y, en el poder de las palabras!

* Sandra Canudas es consultora de viajes y especialista en turismo y género

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