Es injusto cuestionar la seguridad de los cruceros

Los cruceros van dotados, de forma excepcional, de una guardia doble, cuando cualquier otro buque mercante lleva un solo oficial y un solo marinero

Tras el desgraciado y triste accidente sufrido por el “COSTA CONCORDIA” en la isla del Giglio, han surgido voces que cuestionan las medidas de seguridad y salvamento de los actuales buques de crucero. A pesar del incidente, tenemos que ser objetivos a la hora de juzgar al sector del crucero y ser conscientes de que el triste episodio es un desgraciado y terrible suceso en el complejo mundo marítimo. Cuestionarnos a estas alturas la seguridad de esos buques, y más después de lo acaecido, no sería de justicia.

La seguridad en los buques de crucero, con independencia de la bandera que enarbola cada uno de ellos y sus leyes, está sujeta a rigurosas normas y convenios internacionales de obligado cumplimiento, normativas destinadas a preservar la vida humana en la mar. Las medidas de seguridad, además, están sometidas a la permanente y contínua supervisión de las autoridades de Marina del país de registro del buque y de los distintos países que visitan.

La mayor parte de las compañías de crucero tienen su sede en Estados Unidos, país que cuenta con la normativa más rigurosa que existe en materia de seguridad, o son filiales de ellas. Esta situación provoca que las propias compañías apliquen con carácter general las normas de EE.UU. en todos sus buques y, además, las autoridades de la Guardia Costera estadounidense son de una rigurosidad extrema en el cumplimiento de dichas normas, y someten a todos los buques que hacen escala o parten de puertos estadounidenses a un control total de sus instalaciones, personal y medios de seguridad en general.

Caducidad del material de salvamento

Nadie debe dudar que los modernos buques no sólo van dotados de todas las medidas y elementos de seguridad más sofisticados para garantizar y proteger la vida humana en alta mar, sino que de forma periódica y contínua las tripulaciones y los equipos están sometidos a ejercicios y pruebas para tener garantizada dicha seguridad. En esta línea, el material de salvamento está sometido a revisiones y pruebas periódicas, además de tener asignado una fecha de caducidad que genera su retirada, aun cuando no haya sido usado, y sustitución por uno nuevo. Los botes salvavidas son arriados, izados y probados en la mar, para poner a prueba su estanqueidad, funcionamiento de motores y elementos de gobierno, a la vez que se revisan y sustituyen el agua y víveres caducados, asi como elementos de auxilio médico y otros.

Las tripulaciones, además de estar tituladas haber superado los preceptivos cursos de adiestramiento,se someten a continuos ejercicios de salvamento y seguridad, y en ellos simulan todas las situaciones de emergencia que pueden darse en un buque, ya sea por varada, incendio, inundación, abordaje, caída de planta, hombre al agua, heridos, etc. Cada semana se realizan los más variados ejercicios para mantener en todo momento al personal preparado y familiarizado con los elementos de seguridad.

Cualquier buque, y esto es algo que el pasajero debe saber,  tiene que contar con los medios de salvamentos, botes y balsas suficientes para poder poner a salvo a todo el personal de a bordo, incluso contando con el hecho que un costado del buque quede inutilizado, ya sea, por una escora, como ha sido el caso del “COSTA CONCORDIA”, o cualquier otro motivo. Es decir, al pasaje y tripulantes tienen que bastarles, en caso de abandono de buque, en los botes y las balsas salvavidas existentes en un solo costado. Debe de tenerse presente que los botes no son los únicos elementos de salvamento disponibles en los buques; las balsas salvavidas, que van alojadas en recipientes en forma de bidones pintados de blanco, estibados normalmente en la cubierta de botes y que en caso de emergencia son arrojados a la mar desplegándose automáticamente, absorben también un importante porcentaje del total de personas. Hay que poner de manifiesto que las balsas son de gran eficacia y seguridad, si bien tienen una gran diferencia con los botes, y es que el acceso a las balsas tiene que hacerse una vez se han desplegado y abierto en la mar, salvo en situaciones excepcionales.

Puente de mando reforzado

Durante la navegación, los buques de crucero están dirigidos y bajo el control de los oficiales de puente o cubierta las 24 horas del día, amén de la labor de mando y supervisión del capitán, Cada cuatro horas, dos oficiales (un sénior y un junior, en el argot) y dos marineros (los timoneles) se relevan en el puente de mando en las labores de dirección y control de la navegación, a la vista de las instrucciones del capitán y atendiendo a los planes de navegación previamente fijados. Los cruceros van dotados, de forma excepcional, de una guardia doble, cuando cualquier otro buque mercante lleva un solo oficial y un solo marinero. Es indudable que cuatro ojos ven más que dos y ello además permite que cualquier maniobra o acto que se realice sea controlado por dos oficiales en lugar de uno.

Los sistemas de ayuda a la navegación con los que va dotado un buque de cruceros moderno sonde alta sofisticación técnica, y proporcionan información permanente y fiable para desarrollar una navegación eficaz y segura. La finalidad es dotar al buque de la máxima seguridad, garantizando en todo momento a sus tripulantes y pasajeros el goce pacifico, tranquilo y seguro del buque por encima de toda problemática que la mar pueda crear en cada momento.

Personalmente, no tengo ninguna duda, continuaré disfrutando de la vida a bordo de los magníficos buques de crucero que tenemos a nuestra disposición.

* Alfredo Cano Bayo es capitán de la Marina Mercante

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