¿Perder el tiempo o ganar tiempo?

Cuando hace un año publiqué mi libro Gran Turismo recibí algunas críticas amables de amigos y compadres sobre el capítulo dedicado al desperdicio social y económico que suponían los estudios universitarios de Turismo.

Hoy tengo conocimiento de un estudio preparado por el Ministerio de Educación en el que se hace un ránking de las carreras universitarias con peores salidas. A la cabeza, se encuetran los estudios de turismo. Ya sé que es muy duro decirle a tantas universidades que supriman sus cátedras de turismo, que transformen el turismo en una Formación Profesional de alta calificación, que no quieran engañarnos vendiéndonos como ciencia lo que solo, y bienvenido sea, es oficio.

Continuamos siendo el país del despilfarro y las escuelas de licenciados y graduados en Turismo son una estafa social y económica. Generan frustración, y crean fracaso. Incluso entre los más brillantes. Hace dos años un muchacho canario, por más señas, me vino a visitar para exponerme lo que estaba haciendo y lo que pensaba hacer en el futuro para conseguir llegar a ser director de un gran hotel de una gran compañía. Ese era su sueño y para él se había preparado. Su preparación era excelente, 5 idiomas, economía, organización, gestión de RR.HH., logística, food&beverage, marketing, comunicación. Todo un currículum y había realizado las prácticas en Australia y EEUU. Lanzado hacia el futuro.

Per ahí se había acabado el futuro. Tenía que volver a empezar y le ofrecían estar en recepción llevando maletas a las habitaciones de un hotel de 5 estrellas. Y no sabía cuánto tiempo duraría esa práctica. Sí que sabía que entre los otros maleteros que había en el hotel como mínimo dos iban delante suyo en el caso de tener que hacer alguna sustitución de recepción de noche. O sea que tenían que fallar 3 antes de que le tocara a él. ¿Qué hago? me decía Pedro, ese era su nombre. Pues nada podía hacer. A pesar de su brillante curriculum, de que tenía cartas de los dos hoteles donde hizo las prácticas, tenia que volver a empezar de cero. ¿No hubiera sido mejor que a los 18 años después del 1er ciclo de FP hubiera llevado maletas mientras aprendía el oficio y estudiaba lo necesario para ir avanzando en su carrera curricular?

¿Por qué le habíamos dado una formación muy superior a lo que requería, y sin crearle ningún incentivo de futuro? No he vuelto a saber de él. No sé si finalmente me hizo caso y se marchó a República Dominicana donde tenía la posibilidad de un puesto de food&beverage en un resort de todo incluido de 2000 clientes. Eso le permitiría integrarse en una gran compañía donde seguramente apareciesen en alguna parte del mundo posibilidades para desarrollar sus capacidades y conseguir finalmente su sueño. Estoy seguro de que lo está consiguiendo.

Seguramente acabará triunfando, pero no es así como tenía que haber acabado. Deberíamos reflexionar sobre la formación en el turismo, deberíamos suprimir todo el boato que rodea a dicha formación y transformar los puestos de trabajo en nuestra industria en creadores de competitividad y valor añadido a la oferta que estamos ofreciendo a nuestros clientes. Y sobre todo no pensar sólo en los hoteles al diseñar puestos de trabajo turísticos. Más allá de los hoteles existe mucha vida en la industria turística tanto directa como indirectamente.

Establecer un recorrido curricular desde el fin de la primaria hasta la plenitud laboral y una segunda fase durante el período productivo. Sería una buena manera de colaborar para hacer más transparente y más competitivos los puestos de trabajo de la industria turística.

Ah, y sin olvidar la lucha contra la economía sumergida, ya sea sin contrato o ya sea camuflando horas extras muy por encima de la ley.

a.
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