¿A París en AVE? Pas encore

La nueva conexión de alta velocidad sólo es una alternativa eficiente al avión para viajar a Marsella o Lyon. Las aerolíneas son más competitivas en tiempo y precio, particularmente si el destino es el centro de la capital francesa, con diferencias de hasta la mitad.

La línea Barcelona-París-Barcelona de tren de alta velocidad aspira a lograr un millón de pasajeros en los primeros 12 meses. El próximo diciembre cabrá analizar si con las ofertas anunciadas por Renfe son capaces de hacer sombra a las conexiones aéreas.

Por ahora, la comparativa de precios y duración de los trayectos que se ofrecen deja en clara desventaja al ferrocarril. Desde el punto de vista del pasajero, sólo es competitivo para viajar a Marsella y Lyon. Toulouse no dispone de conexiones aéreas desde Barcelona.

El destino estrella del corredor inaugurado este domingo, París, será feudo del avión si los precios actuales no cambian. Llegar a la capital francesa en AVE cuesta el doble y, también, requiere el doble de tiempo –incluso contando los desplazamientos hasta y desde el aeropuerto—.

Ha sido imposible encontrar en las webs de Renfe y de la francesa SNCF los descuentos que los ministros Pastor (PP) y Cuvillier (PS) anunciaron en el viaje inaugural. Con la tarifa completa y comprando un billete a dos meses vista –para febrero— el tren no resiste la comparativa. Tampoco si se pretende viajar en enero.

El avión gana y las compañías aéreas pueden respirar tranquilas por otros motivos: al pasajero de negocios le costará cambiar de hábito.

El tiempo de recorrido en tren hace imposible que se pueda ir y volver en el mismo día, algo que las empresas promulgan entre los empleados para ahorrar en hotel. Es la gran diferencia con la ruta a Madrid, que permite –por frecuencias y duración— volver durante la jornada laboral. Cosa distinta son los viajes de placer. El nuevo corredor cruza los paisajes más representativos de la geografía francesa.

Analizado el escenario, el profesor de la Universidad de Barcelona Germà Bel explica a Expansión que las prioridades, según la demanda, desde la capital catalana deberían haber sido otras. Desplazarse hasta Tortosa (Tarragona, a 180 kilómetros en tren regional y con mayor demanda que el AVE a París) cuesta dos horas y media.

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