Air France vive su día más oscuro desde 2008

El grupo Air France-KLM se desploma el 9,83% en bolsa tras las advertencias de desaparición enviadas por el Gobierno de Francia

“Si Air France no hace los esfuerzos necesarios, desaparecerá”. Es la advertencia que lanzó el domingo el Gobierno de Francia y que ha tenido consecuencias inmediatas. En pleno conflicto laboral, tras 14 días de huelga y con la dimisión del presidente, Jean-Marc Janaillac, la aerolínea se desplomó el 9,83% en bolsa este lunes.

Los títulos del grupo Air France-KLM tocaron esta mañana caídas de hasta el 14% sólo 45 minutos después del inicio de la sesión. Al final moderaron el descalabro por debajo del 10% en lo que fue su jornada más oscura en los parqués desde el año 2008.

Se trata de la primera reacción de los inversores después de la marcha de Janaillac, que se comprometió a abandonar la empresa si la consulta presentada para poner fin a los paros no le otorgaba un resultado positivo. Con el cargo en juego, el ejecutivo confiaba en que los trabajadores respaldarían la propuesta de un aumento de sueldos del 2% en 2018 y del 5% en el próximo trienio.

Los analistas: Air France está sin presidente, sin acuerdo laboral y sin la rentabilidad necesaria

Y si bien el seguimiento de las protestas había sido inferior al 10%. La participación en la votación fue masiva. El 80,33% de la plantilla acudió a las urnas en una jornada criticada por los sindicatos porque pretendía deslegitimarlos como interlocutores. El 55,44% rechazó la proposición.

Ahora, los analistas dibujan el peor escenario posible para Air France: sin presidente, sin las medidas necesarias para incrementar su rentabilidad y sin acuerdo laboral para evitar más paros.

Tras el desconcierto ante la sucesión del presidente, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, lanzó el domingo una advertencia en dirección a los huelguistas al señalar que el Estado no asumirá las deudas de la compañía.

Le Maire no sólo consideró «injustificadas» las demandas salariales de las centrales, sobre todo teniendo en cuenta el nivel de remuneración de los pilotos, sino que hizo notar que el futuro de la aerolínea «está en juego» y que «si Air France no hace los esfuerzos de competitividad necesarios, desaparecerá». 

Los trabajadores de Air France también quieren su trozo de tarta

Ese año, el grupo -integrado por Air France, la holandesa KLM y la filial de bajo coste Transavia– obtuvo un resultado de explotación récord de 1.488 millones de euros, un 42 % más que en 2016. El problema es que más del 60 % de esa cifra procedía de KLM, pese a que la facturación de esta marca es un tercio inferior a la de Air France, cuya rentabilidad es netamente inferior y que tiene una estructura de costos más elevada que muchos de sus competidores.

Con esos y otros argumentos, la dirección se ha negado a acceder a las reclamaciones de los sindicatos de Air France de un mayor incremento de las remuneraciones, que cifra en 240 millones de euros. El resultado ha sido una cascada de paros que la misma empresa reconoce que va a reducir en al menos 300 millones de euros el resultado de explotación en 2018.

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