Air Hollywood: el estudio donde se filman todas las escenas de aviones

Air Hollywood es un estudio de cine que tiene partes de aviones, cabinas de vuelo y salas que imitan a aeropuertos para rodar películas y series

¿Qué tienen en común Lost, Sexo en Nueva York, El Lobo de Wall Street, Modern Family, Serpientes en el avión, Up in the air, Kill Bill y Origen? Todas ellas tienen escenas dentro de aviones, pero ninguna se filmó en uno real. Para eso está Air Hollywood, el único estudio del mundo especializado en recrear aeronaves y aeropuertos para la industria del cine.

Su creador es Talaat Captan, un veterano en la industria del cine que siempre tuvo a la aviación como su pasión.

El éxito comercial de los aviones de mentira

Captan supo ver un filón de negocio cuando recordó las dificultades logísticas que implicaba meter una cámara en un avión, y ni hablar si se requieren efectos especiales como turbulencias, relámpagos, algún incendio por ahí y cualquier catástrofe que se le ocurra al director.

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En 1998 fundó este estudio y su éxito fue inmediato. Los empleados de su compañía comenzaron a visitar talleres de desguace de aeronaves, participaron en subastas de productos de aerolíneas que fueron a la quiebra y recorrieron mercadillos como el que periódicamente organiza Delta, donde se puede comprar desde un carrito para llevar bebidas hasta una fila de asientos.

 


Video promocional de Air Hollywood

Así fueron armando escenografías y atrezzos que podían crear la ilusión cinematográfica de estar en un avión o en un aeropuerto.

Un universo aeronáutico de fantasía

Muchos de estos elementos fueron adaptados para las exigencias técnicas, como fuselajes partidos al medio para que las cámaras puedan moverse con más agilidad.

Cientos de películas, series, video clips y hasta instrucciones de seguridad fueron rodadas en Air Hollywood

En su catálogo cuentan con una terminal de fantasía de 20 metros de largo (como la que se ve fugazmente en Kill Bill 1), cabinas de pasajeros de cuatro Boeing (más exactamente, de B737, B747, B757 y B767), otras dos de jets privados Learjet y Gulfstream y cuatro cabinas de vuelo de diferentes tipos de avión, donde un pasajero sin tener idea de cómo pilotear un avión logrará aterrizarlo milagrosamente (esas cosas que solo suceden en Hollywood).

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El estudio también recrea la terminal de un aeropuerto.

Realismo en la pantalla

Las cabinas de los Boeing, como en la vida real, están divididas en dos y tres clases. Según las exigencias del guión, los tapizados se cambian y la supuesta primera clase de Emirates en Sexo en la Ciudad se transforma en la categoría ejecutiva de una aerolínea anónima en Origen, de Christopher Nolan.

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Para dar más realismo a las escenas los fuselajes están montados sobre una estructura inflable que imita el movimiento del avión.

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Esta clase ejecutiva de un avión en realidad es un set de Air Hollywood.

Si el director quiere dar un poco más de emoción, los técnicos incrementan el vaivén y se logra un efecto de turbulencias muy realista, como el que se ve en una de las escenas claves de Lost.

Cursos para quitar el pánico a volar

Además del estudio de Los Ángeles Air Hollywood cuenta con otros sets en Atlanta y Victorville, en California.

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Uno de los fuselajes en los estudios de Air Hollywood.

Pero esta compañía no solo se dedica a ofrecer sets para películas: sus estructuras también se utilizan para filmar los videos de seguridad de varias aerolíneas, y en sus cabinas de pasajeros se dictan cursos que quitan el miedo a volar o dirigido a las personas autistas, como los programas Fearless Flight, Open Sky for Autism o K9 Flight School.

Volar en Pan Am

Air Hollywood también ofrece la Pan Am Experience, una recreación bastante fiel de lo que era volar en esta aerolínea en la época dorada de la aviación.

Allí uno se encuentra con personal uniformado, billetes de avión, ordenadores e incluso una réplica exacta de un mostrador, para luego subir a un avión reconstruido y disfrutar de un menú muy parecido al que se comía a bordo de un Boeing 747 décadas atrás.

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