Alitalia se divide en dos

La aerolínea italiana se partirá: una mitad abastecerá los vuelos de largo radio y la otra será una low-cost que conectará destinos europeos

La crisis sin fin de Alitalia vive un nuevo capítulo. Ahuyentada la quiebra en 2014 gracias al salvavidas de Etihad, que se hizo con el 49% del accionariado, la aerolínea afronta ahora unas pérdidas superiores a los 400 millones de euros, diez veces más de lo previsto. Por ello, las autoridades italianas y la dirección de la firma se han reunido este lunes con 1.600 empleos sobre la mesa y un plan para hacer viable la empresa.

Según explica La Reppublica, el Gobierno ha emplazado a los ejecutivos de la sociedad a presentar un proyecto para asegurar el futuro de las aeronaves transalpinas. De este modo, el mañana de la operadora pasa por partirse en dos y, como ya hicieran Iberia y trata de emular Air Europa, crear una filial de bajo coste que sirva la red de destinos regionales. La otra rama del grupo quedaría especializada en el largo radio.

Mientras las perspectivas para el 2017 no son nada halagüeñas –se preven unas pérdidas de 500 millones— el ejecutivo ha solicitado que el plan de negocio llegue con el visto bueno de “accionistas, bancos e instituciones financieras acreedoras”.

Alitalia tratará de renegociar los acuerdos de código compartido, como el que luce con Delta, para obtener mejores condiciones. En esta línea, en mayo de 2015 ya rompió con el grupo Air France-KLM al lamentar que la alianza era «poco equitativa» y carecía de rentabilidad.

La dirección no aclara el futuro de los 1.600 empleos que están en la cuerda floja

La reestructuración llegará de la mano de una agresiva reducción de costes. Según la prensa local, hasta 1.600 puestos de trabajo están en jaque con la nueva aerolínea. La compañía ha despejado el recorte, rechazado por los sindicatos, con un comunicado: “este asunto se abordará más tarde, una vez finalizado el proyecto de futuro para revitalizar la empresa”.

No se librará de la tijera el mapa de destinos del que presume la firma. Según La Stampa, el plan cancelará todas las rutas de corto y medio radio que no sean rentables como ya ha sucedido con la que conecta Roma con Milán. En el largo alcance, Río de Janeiro y Seúl también se ponen en entredicho.

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