American Airlines se contagia del síndrome Ryanair

Un error de programación puede cancelar miles de vuelos de American Airlines en las vacaciones de Navidad

El síndrome Ryanair cruzó el Atlántico y ha contagiado a American Airlines: un error informático en la programación de las vacaciones de sus tripulantes puede dejar más de 15.000 vuelos varados en tierra. Y para colmo, en las últimas dos semanas de diciembre, en plenas vacaciones de Navidad.

Por este error en la programación los pilotos pudieron agendar sus vacaciones de invierno sin que el sistema alerte que la aerolínea se estaba quedando sin personal disponible.

Las autoridades de American Airlines comprobaron que este problema ha dejado sin pilotos a miles de vuelos en los principales centros de conexiones de la compañía, como Nueva York, Miami, Dallas-Fort Worth y Chicago.

Negociaciones contrarreloj

Para evitar un colapso de sus operaciones y una ola de cancelaciones, la empresa negocia a toda prisa con sus pilotos un aumento del 150% del salario por hora, para que posterguen sus vacaciones y trabajen en esas fechas.

Más de 15.000 vuelos de American Airlines pueden ser cancelados en las dos últimas semanas de diciembre

La Allied Pilots Association (APA), que representa a unos 15.000 pilotos de American Airlines, protestó en la forma en que la compañía ha tratado de solucionar el problema. El sindicato acusa que lo han gestionado de manera unilateral y sin la participación de la APA.

Además el sindicato advirtió a los pilotos que “ni APA ni el contrato pueden garantizar el pago prometido de la prima que se ofrece”.

American Airlines busca poner paños fríos al inminente conflicto y avisó a sus usuarios que no habrá cancelaciones.

«Tenemos pilotos de reserva para ayudar a cubrir vuelos en diciembre, y estamos pagando a los pilotos que cubran ciertos vuelos abiertos el 150% de su tarifa por hora, todo lo que podemos pagar según el contrato», dijo Matt Miller, vocero de la aerolínea.

No es la primera vez que American Airlines tiene problemas con la programación de las vacaciones de su personal. En diciembre del año pasado, tuvo que duplicar los sueldos por hora a los pilotos que aceptaran volar los días previos y posteriores a la Navidad, y en diciembre del 2015 ha tenido que pagar hasta un 300% a sus tripulantes de cabina para no dejar vuelos sin atención a bordo.

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