El avión que hace perder 2.200 millones a Airbus

Los gastos extraordinarios generados por el A400M recortan un 63% sus beneficios hasta los 995 millones de euros

El mayor fabricante de aviones de Europa reduce sus ganancias un 63%. Si Airbus ha tenido que ajustar la producción del gigante A380 y ha sufrido problemas con el A320 y el A350, el programa comercial no es el principal quebradero de cabeza de los dirigentes de la compañía. La aeronave militar A400M ha obligado a unos cargos extraordinarios de 2.210 millones de euros a lo largo de 2016, que han recortado los beneficios hasta los 995 millones de euros.

“Hemos cumplido los compromisos que asumimos hace un año y hemos logrado nuestras previsiones y objetivos con una excepción, el A400M, que sigue siendo motivo de preocupación”, ha lamentado el consejero delegado de la sociedad, Tom Enders, en la presentación de resultados. La receta: “la eliminación de riesgos y el fortalecimiento de su ejecución”, ha señalado.

Los contratiempos con la aeronave empezaron con fallos en la caja de cambios, ya corregidos. A lo largo de 2016, Airbus ha entregado 17 aparatos de este modelo, seis más que en 2015.

Más allá del A400M, la dirección de Airbus ha destacado que el pasado año cumplió con los compromisos que había asumido y que, pese al retroceso del beneficio, el dividendo aumentará un 4% a 1,35 euros por acción como una muestra de confianza en el futuro y en las indicaciones que habían dado previamente.

De nuevo la división de aviones comerciales volvió a ser, con diferencia, el principal contribuyente a los ingresos y a los resultados, gracias a una nueva cifra récord de entregas (688 después de los 635 de 2015) y a un efecto favorable del tipo de cambio (la devaluación del euro frente al dólar). Además, aunque los pedidos fueron un 17 % inferiores a los de 2015, los 114.938 millones de euros en contratos permitieron elevar todavía más, un 6 %, la cartera de encargos, para representar a fecha del 31 de diciembre 1,01 billones de euros.

Para 2017, Airbus espera entregar más de 700 aviones comerciales y el responsable operativo, Fabrice Brégier, ha precisado que una de las metas es acelerar la cadencia de producción de la versión modernizada de la familia de pasillo único, los A320neo, para triplicar la cifra de 68 que salieron de las cadenas de montaje el pasado año.

Sobre el modelo gigante A380, Brégier ha lamentado que ante la escasez de nuevos contratos (no se vendió ni uno en 2016), el ritmo de fabricación se va a reducir a 12 en 2018 con la esperanza de que en los dos próximos años lleguen nuevos pedidos, porque a su juicio «hay un gran futuro para este avión», ya que cada 15 años se duplica el tráfico de pasajeros aéreos en el mundo.

 

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