Bienvenido a la terminal más silenciosa del mundo

El aeropuerto de Sídney inaugura una terminal sin anuncios por altavoces y con pocos comercios

Muchas personas se estresan al volar. Y la contaminación sonora de un aeropuerto no aporta demasiada tranquilidad. No es por el ruido de las turbinas (los vidrios son aislantes), sino de los altavoces que realizan anuncios, de la música de los comercios y del trajín de los pasajeros.

El aeropuerto de Sídney se suma a la tendencia de Singapur, Dubai, Hong Kong y Helsinki, e inauguró una terminal donde el silencio es lo que impera.

El primer punto para desterrar el caos sonoro es no realizar anuncios por los altavoces. El sistema existe, pero queda reservado solo para casos de emergencia.

A lo sumo, como en cualquier otro aeropuerto, los anuncios se realizan desde la misma puerta de embarque.

Menos comercios, menos ruido

Las informaciones de vuelos se despliega en las tradicionales pantallas, y también en indicadores llamados e-directorios, interactivos, que presentan la oferta gastronómica y comercial del aeropuerto en varios idiomas.

Los altavoces de la nueva terminal de Sídney solo se utilizan en casos de emergencia

Precisamente, otra forma de reducir los ruidos es disminuir la presencia de bares, restaurantes y comercios, donde es común que haya música ambiente y que generan una masa sonora con las conversaciones.

Mejor experiencia para los pasajeros

Nadie prohibirá hablar –tampoco se trata de una UCI-, ni tampoco está prohibido el uso de teléfonos móviles.

Pero con una mayor cuota de silencio, los usuarios “mejorarán su experiencia como pasajeros, y sin necesidad de reducir la información que necesitan para sus vuelos. Las personas podrán volar relajadas sin que les interrumpan los anuncios por los altavoces”, dijo Geoff Culbert, consejero delegado del aeropuerto de Sídney.

Consejos para evitar distracciones

Sin embargo, porque nunca faltan los pasajeros distraídos, el aeropuerto presentó una serie de consejos para no perder el vuelo ante la falta de anuncios orales.

Primero conviene averiguar cuánto tiempo se demora desde los espacios comerciales y gastronómicos –en caso de que haya un margen de tiempo disponible- hasta la puerta de embarque.

Con ese dato conocido, se debe poner una alarma en el móvil para que avise, con varios minutos de antelación, cuando comienza el proceso de embarque.

Para evitar sorpresas, se sugiere descargar la app del aeropuerto –siempre hay wifi disponible- para recibir las alertas de cambios de horarios u otras incidencias.

O sino, cabe seguir el paso más sencillo: sentarse cerca de los monitores y ver los anuncios periódicamente.

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