El competidor del A380 que Boeing nunca se animó a construir

A principios de los años ’90 Boeing proyectó un avión muy similar al A380, capaz de transportar 600 pasajeros. Pero el plan fue archivado

A principios de los años ’90 Boeing sabía que su B747 se consolidaba como la Reina de los Cielos. Pero miraba con preocupación los planes de Airbus para crear un avión gigantesco, que una década después sería el A380. Los ingenieros presentaron el proyecto del NLA (por New Large Aeroplane), pero a los pocos años quedó enterrado.

Por ese entonces se pensaba que el futuro del mercado aeronáutico se dirigía al desarrollo de grandes aeronaves, capaz de transportar a más de 500 pasajeros por vuelo entre grandes aeropuertos.

La tendencia del mercado aeronáutico

Airbus confiaba en que esa sería la tendencia y puso todas sus energías técnicas, humanas y financieras en el proyecto del 3XX, luego presentado como el A380.

Boeing contempló un avión con medidas similares al A380, que pudiera transportar más de 600 pasajeros en tres clases

En Boeing no se quedaron de brazos cruzados. Algunas propuestas sugerían construir variantes más grandes del B747, que puedan transportar entre 548 y 650 pasajeros en una clase, precisa Simple Flying.

NLA 1
El diseño del NLA de Boeing era similar al A380.

Otros ingenieros querían ir más allá: más que una adaptación del Jumbo sugirieron construir un nuevo modelo de avión, de dos pisos y con cuatro motores; diseño muy similar no solo al A380 que todos conocemos, sino también al fallido proyecto del MD-12, el gigante de los aires que proyectó McDonnell-Douglas hacia la misma década.

[Para leer más: Cuando Boeing soñó con un B747 más grande que nunca]

El proyecto NLA contemplaba un avión que pudiera transportar a 606 pasajeros en tres clases, o llegar al extremo de 900 viajeros en una sola clase.

Las medidas propuestas eran una aeronave de 69,9 metros de largo, capaz de volar 14.400 kilómetros.

Boeing prefiere apostar por el B747

Estas cifras dan la idea de que Boeing le pisaba los talones a Airbus, ya que el A380 tiene prestaciones muy similares: una capacidad media de 555 pasajeros, un largo de 73 metros y una autonomía de 14.800 kilómetros.

Sin embargo la sideral factura de construir una nueva aeronave, y el tiempo de desarrollo –nunca inferior a los cinco años- desistió a los directivos de Boeing.

[Para leer más: MD-12: el avión que casi pulveriza el proyecto del A380]

Era 1995, y la decisión de la compañía fue enfocar los recursos humanos y financieros en expandir la flota de los Jumbo, con los proyectos del B747-500X y el B747-600X y que finalmente derivó en el lanzamiento del B747-8, el más avanzado de la familia.

La resurección fallida

Pero dos años después hubo un intento de resucitar el proyecto.

Según indica un artículo de Flight Global de 1997, Boeing analizaba reagrupar a los equipos que trabajaron en diversos proyectos del fabricante, como el 767-400ERX y el 777-200X y -300X, para relanzar la idea del gigantesco avión.

NLA 2ok

El equipo “está trabajando en actualizar las características del NLA”, indicaba el reportaje. Aunque reconocía que no había un modelo de negocio para ese avión en Boeing “están preocupados por el hecho de que Airbus sigue adelante con su proyecto del A3XX”.

Dos años después de su caída hubo un intento de Boeing por diseñar otras variantes del NLA, una más pequeña, otra más grande, pero ambas fueron rechazadas

El proyecto 2.0 del NLA proponía un avión algo más pequeño, que pudiera transportar a 511 pasajeros, aunque también se analizó un modelo más alargado, de 91 metros del morro a la cola, que tuviera una capacidad de 750 pasajeros en tres clases.

Cambio de tendencia

De todas maneras, ninguna de estas alternativas siguió adelante. Boeing percibió que en el futuro habría un crecimiento de las rutas entre aeropuertos secundarios, en las que serían necesarias más aeronaves de pasillo doble pero de dos motores; tesis que se evidenció como la correcta dos décadas después.

Por ello mismo el A380 se dejará de fabricar en dos años y modelos como el A350 y el B787 (o el futuro B777X, si es que ve la luz pronto) se coronan como los nuevos reyes de los cielos.

a.
Ahora en portada