Boeing renuncia al contrato de 20.000 millones con Irán

Boeing asegura que no entregará ningún avión de los que había acordado con Iran Air y Aseman Airlines por las presiones de EEUU

Boeing se resigna a perder 20.000 millones de dólares del acuerdo que había firmado con Irán para vender 110 aviones a Iran Air y Aseman Airlines.

Un portavoz de la compañía precisó a la agencia AFP “dado que ya no tenemos permiso para comerciar con Irán, no entregaremos ningún aparato» a Teherán.

Los contratos que se caen

En diciembre de 2016 Boeing había firmado un contrato con Iran Air para la compra de 80 aeronaves, por un valor de 16.600 millones de euros.

Por otra parte, también tenía pendiente un acuerdo para vender 30 aviones 737MAX a Aseman Airlines por 3.000 millones de euros.

Puestos de trabajo comprometidos

El 8 de mayo el gobierno de Donald Trump lanzó una batería de sanciones comerciales contra Irán tras la cancelación del acuerdo sobre el programa nuclear del país asiático, conocido oficialmente como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).

Boeing había firmado un contrato para vender 80 aviones a Iran Air y otros 30 a Aseman Airlines

Boeing fue alcanzado por las medidas de la Casa Blanca, y de nada sirvieron los recordatorios del fabricante de que los contratos firmados con las aerolíneas persas le permitían sostener “decenas de miles” de puestos de trabajo en EEUU.

La renovación queda congelada

Con los contratos suscriptos con Boeing y Airbus, Teherán esperaba renovar las flotas de sus principales aerolíneas. La mayoría de los aviones que operan en el país fueron comprados antes de la Revolución Islámica de 1979, pero los continuos bloqueos económicos impidieron que puedan sumar nuevas unidades.

Actualmente Irán cuenta con poco más de 160 aviones en condiciones de ser operados, la mayoría con tres décadas de vuelos a sus espaldas, y unas 90 unidades se encuentran en tierra por falta de repuestos.

Víctima de la guerra comercial

Este no es el primer varapalo que recibe Boeing por parte de Trump. La amenaza de una guerra comercial con China puede perjudicar sus suministros de acero y aluminio.

Por otra parte, Rusia analiza responder a las sanciones de EEUU con el cese de exportación de titanio, otro elemento vital del constructor para fabricar sus aviones.

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