Por qué los clientes de Airbus y Boeing juegan al escondite

Airbus y Boeing cierran ventas de 300 aviones por 36.000 millones de dólares, pero los clientes prefieren no revelar su identidad

En la feria aeronáutica de Farnborough los portavoces de Boeing y Airbus suelen proclamar, entre fanfarrias, cada nueva operación de venta que cierran. Pero este año no es el caso: el anonimato se apodera de las transacciones.

En los tres primeros días de este evento comercial y de exposición, cerca de Londres, Airbus cerró alrededor de 210 órdenes de compra por 24.000 millones de dólares de compradores que prefirieron no revelar su identidad. En cuanto a Boeing, acordó la venta de 94 aeronaves por 11.000 millones, también de clientes ocultos bajo el anonimato.

El lunes, Airbus firmó un memorándum por 80 unidades del A320neo por 8.850 millones de dólares. El martes, acordó la venta de 100 aviones de fuselaje estrecho (entre 75 A320neo y 25 A321neo) por 11.532 millones, y poco después, firmó la orden por ocho A350-900 por 2.539 millones.

El miércoles 18 apuntó a su lista seis A330neo, y este jueves, ni bien abrió la feria se informó de la transacción de 10 A320neo por 1.106 millones.

Airbus señala a la Casa Blanca

Airbus se niega a identificar a estos clientes anónimos, pero deslizó quien tiene la culpa de tantas reservas de identidad: Donald Trump. “El mundo está gobernado por los tweets que recibimos cada mañana desde el otro lado del Atlántico”, dijo el director comercial Enric Schulz. “Eso implica mucha presión para las aerolíneas y los gobiernos”, agregó.

Gran parte de las operaciones anónimas son de compañías chinas que buscan evitar las sanciones comerciales de la Casa Blanca

Diversas fuentes del sector citadas por Reuters indican que varios de estos compradores anónimos son aerolíneas comerciales y de leasing chinas.

El gigante asiático y EEUU mantienen una escalada de tensión comercial que, si llegara a una guerra de tarifas y aranceles abierta, puede perjudicar gravemente al mercado aeronáutico de ambos países, pero las repercusiones pueden alcanzar a Airbus y otras compañías del mundo.

Algunas identidades se filtran

Según Reuters, la orden de los 80 A320 del martes sería de ICBC, siglas del Banco Industrial y Comercial de China, para operaciones de leasing.

La compra de los 100 aviones de fuselaje estrecho provendría de Avolon, otra compañía de alquiler afincada en Dublín; pero perteneciente a Bohai Leasing, englobada en el universo del gigante chino HNA.

Los clientes solicitan discreción

Muchos de los clientes, especialmente los asiáticos, le solicitaron a Airbus que “no eche más gasolina al fuego”. Después de firmarse un acuerdo de compra, el proceso pasa por un trámite burocrático que debe pasar por la aprobación del gobierno. Y Beijing mirará con lupa cualquier operación que implique consecuencias por parte de la Casa Blanca.

“Yo preferiría informar quiénes son nuestros clientes, pero lo que importa es que el dinero esté en el banco”, dijo Schulz. “Sea público o anónimo no es lo principal, lo importante la orden de compra está ahí”, agregó.

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