Comienza la cuenta atrás para el despegue del Airbus chino

El C919 fabricado por Comac se pondrá en marcha en las próximas semanas con la misión de romper el duopolio entre Boeing y Airbus

Aún no tiene fecha definitiva para su despegue pero todo está listo para que en las próximas semanas se ponga en el aire el esperado C919, el primer avión de pasajeros de tamaño medio fabricado en China que, según vaticinan los expertos, podría romper en unos años el duopolio Boeing-Airbus.

El avión descansa ya terminado en una de las naves del centro de pruebas de vuelo de la Commercial Aircraft Corporation of China (Comac), la empresa fabricante, cercano al Aeropuerto Internacional de Pudong, en Shanghái. El avión fue mostrado este viernes a un grupo de periodistas y profesionales aeronáuticos, como parte de un congreso sobre aviación organizado conjuntamente por la Administración de Aviación Civil de China y la Agencia Europea de Seguridad Aérea.

Este foro celebrado en la capital financiera china, coincidió en la necesidad de incrementar la seguridad y la cooperación entre Europa y China en esta materia. «Lo más importante para nosotros es la seguridad, es la base de nuestra compañía», apuntó en su intervención el presidente de Comac, He Dongfeng.

Garantizarla, aseguraba, ha sido uno de los principios de esta empresa estatal surgida en 2008 y quizás por ello los plazos del C919 no han hecho más que retrasarse ya que China no puede permitirse un solo fallo con sus aviones. Ante una gran expectación, en noviembre de 2015 se presentaba el primer aparato construido y listo para los ensayos de tierra y se aseguraba que las primeras pruebas en el aire serían en 2016, algo que no pudo cumplirse.

Pero finalmente hace unos días Comac anunció que el avión había superado su cuarta y última ronda de pruebas de rodaje de alta velocidad, el último paso antes de su primer vuelo, que será operado por la aerolínea China Eastern. Las pruebas se realizaron el pasado domingo en el Aeropuerto Internacional de Pudong y en ellas el tren de aterrizaje delantero pudo verse levantado ligeramente del suelo por primera vez para simular el despegue.

«La prueba marca que el C919 ha terminado todas las pruebas de rodaje necesarias antes de su primer vuelo», apuntaba entonces su jefe de diseño, Wu Guanghui. Ubicada en las inmediaciones del principal aeropuerto de Shanghái, Comac tiene varios centros de diseño, ensamblaje y pruebas que hoy exhibió, como una muestra del potencial aéreo que tiene el país.

«Podríamos estar fabricando hasta cien aviones al mismo tiempo» en las diferentes instalaciones, contaba una trabajadora de Comac mientras realizaba una vista por los distintos edificios. Calculan tener una capacidad de fabricar 150 unidades anuales del C919.

«Estamos orgullosos de tener el centro de montaje final más grande de Asia», explicaba, junto a otro C919 que también ha sido ya construido, el segundo. De momento, han recibido 570 encargos, la mayoría de China pero también de otros países. En este centro también se han fabricado los ejemplares ya vendidos de un modelo más pequeño, el birreactor regional ARJ21, que también tuvo un desarrollo muy largo y realizó su primer vuelo comercial a mediados del año pasado,

Pero el C919 es el gran reto de la compañía, un aparato de fuselaje estrecho, un segmento que supone actualmente más de la mitad de las aeronaves comerciales en activo del planeta. Puede llevar entre 158 y 174 pasajeros, en función de las distintas configuraciones posibles, con una autonomía de entre 4.075 y 5.555 kilómetros. Su equivalencia con las dos grandes compañías que hoy dominan el mercado son el estadounidense Boeing 737 y el europeo Airbus A320.

Por eso, en el caso de que todo vaya bien durante el próximo vuelo, los expertos aseguran de que podría comenzar una nueva era en la industria aeronáutica en la que China podría comenzar a comer el terreno a las dos grandes compañías.

Aún así, todavía faltan unos años para que esto se produzca. Cuando se ponga en vuelo el C919 tendrán que pasar unos tres años de sucesivas pruebas para que pueda entrar en servicio comercial. Es decir, no sería hasta 2019 o 2020 cuando el cielo comenzaría a ver los mayores aviones de pasajeros chinos.

a.
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