La fiesta por la compra de Air Berlin pasa factura a Lufthansa

Lufthansa gana un 0,7% menos en el primer semestre, lastrado por la compra de Air Berlin y el aumento del precio del combustible

Ninguna expansión es gratuita, y diez meses después de la absorción de la insolvente Air Berlin, el grupo Lufthansa cerró el primer semestre con un crecimiento minúsculo comparado con el mismo período del año pasado.

La compañía alemana informó que hasta junio tuvo un beneficio neto de 677 millones de euros, lo que representa un 0,7% menos respecto a los seis primeros meses del 2017.

El resultado operativo descendió a los 1.010 millones de euros (-2%), mientras que la facturación estuvo estancada, en el orden de los 16.938 millones de euros.

El impacto de Air Berlin

Los directivos de Lufthansa adjudicaron esta falta de crecimiento al impacto económico por la integración de los activos de Air Berlin a Eurowings, la aerolínea de bajo coste del grupo, que costó 1.500 millones de euros.

La compra de Air Berlin, que implicó una inversión de 1.500 millones de euros, lastró el crecimiento del grupo Lufthansa

“Sin esta fusión, que nos permitirá crecer en el mercado europeo, nuestros resultados habrían crecido”, indicó Ulrik Svensson, director financiero del consorcio alemán.

Más gastos de combustible

Los gastos de combustible de Lufthansa se incrementaron el 8,4%, hasta llegar a los 2.776 millones de euros. Pero gracias al ajuste de otras áreas, explicó Svensson, los costes operativos totales se redujeron el 1,5%.

Sin embargo, como suele ser habitual entre los directivos de las aerolíneas, Svensson echó la culpa del aumento de los gastos a las cancelaciones y retrasos que se produjeron por las huelgas de controladores, las deficiencias en las infraestructuras aeroportuarias y los problemas en los proveedores de servicios de navegación aérea nacionales.

Lufthansa gana el pulso a Ryanair

Inclusive los directivos de Lufthansa aseguraron que las tormentas afectaron negativamente las operaciones de vuelo más de lo habitual en el primer semestre.

Pero el grupo con sede en Fráncfort celebra que sus aerolíneas (Lufthansa, Eurowings, Swiss y Austrian Airlines) llegaron a los 67 millones de pasajeros, y pudieron superar a su rival más encarnizado, Ryanair, que trasladó a 65 millones de viajeros en el primer semestre.

Lufthansa confía en que cerrará el año con un crecimiento del 8%, ligeramente inferior al 8,5% logrado en el 2017. El aumento del combustible (para el que prevén gastos por 850 millones de euros) y los costes de la fusión de Air Berlin, “que son más altos de lo esperado” ralentizarán la expansión.

a.
Ahora en portada