EEUU abre la puerta al regreso de los vuelos supersónicos

La Administración Federal de Aviación de EEUU avala que se realicen pruebas para el regreso de vuelos supersónicos a su territorio

Hace 16 años, el 23 de octubre de 2003, despegó el último Concorde que realizó un vuelo comercial. Sin embargo, fabricantes y aerolíneas se resisten a aparcar definitivamente los vuelos supersónicos, aquellos que sobrepasan la velocidad del sonido. Ahora la Administración Federal de los EEUU (FAA, por sus siglas en inglés), abre de nuevo la puerta a su regreso.

Según anunció ayer lunes en París el administrador interino de la FAA, Dan Elwell, la organización está trabajando para permitir un eventual retorno de los viajes supersónicos civiles mientras “se asegura que los impactos ambientales se comprendan y se aborden adecuadamente”.

La FAA actualizará sus protocolos para permitir pruebas con aviones supersónicos en lo que se entiende como un impulso al sector

[Parar leer más: La NASA sueña con aviones supersónicos (pero silenciosos)]

Nueva autorización de vuelos

A finales de esta semana, según recoge Reuters, la FAA emitirá una nueva normativa para autorizar de forma especial vuelos a las aeronaves supersónicas, añadió Elwell.

La medida constituye el primer paso para revisar unas reglas, las que rigen el transporte a velocidades supersónicas, que datan de hace 45 años.

Los vuelos supersónicos, más cerca

Abandonados hace más de tres lustros y heridos de muerte por el accidente del Concorde (vuelo 4590 de Air France que se estrelló el 25 de julio del año 2000), así como por otros graves problemas como el elevado impacto sónico de estos vuelos y su alto coste, los vuelos supersónicos, sin embargo, siguen seduciendo a los fabricantes.

Solo en los EEUU, compañías con Aerion (con el apoyo de Boeing), Boom Supersonic y Spike Aerospace trabajan para resucitar el avión supersónico

Empresas estadounidenses como Aerion -con el apoyo de Boeing-, Boom Supersonic y Spike Aerospace están trabajando para reintroducir los viajes de pasajeros supersónicos y la propia NASA trabaja con Lockheed Martin para fabricar un avión supersónico (pero silencioso).

De tanto en tanto surgen nuevos proyectos que, incluso, abordan la fabricación de aviones hipersónicos, que multiplicarían por cinco la velocidad del sonido.

[Para leer más: Un nuevo jet hipersónico conectará Londres y Nueva York en 90 minutos]

El retorno de los vuelos supersónicos

Ante el creciente interés, esta nueva regla de la FAA “modifica y aclara los procedimientos reglamentarios existentes para obtener la aprobación de la Administración y poder probar aeronaves supersónicas”.

La nueva normativa pretende agilizar los procedimientos que permitan probar aeronaves y respaldar el crecimiento de la industria supersónica civil

De hecho, se espera que la normativa proporcione “una línea clara y simplificada sobre cómo obtener aprobación para realizar pruebas de vuelo”. Este es, a juicio de Elwell, “un paso claro y necesario para impulsar la investigación y desarrollo de un segmento emergente y, en último término, hacer llegar sus novedades al mercado”

De acuerdo con un borrador de la propuesta de la FAA revisada por Reuters, las actualizaciones “están destinadas a respaldar el crecimiento de la industria supersónica civil” y “proporcionarán mayor claridad e información a las solicitudes en cuanto a los requisitos para las autorizaciones especiales de vuelo de prueba de aviones supersónicos”.

Boeing toma la delantera

El pasado mes de febrero Boeing comunicó su inversión en la compañía especializada en el desarrollo de aviones supersónicos comerciales Aerion tras detectar una creciente demanda de aviones que puedan reducir los tiempos de vuelo.

Reducir el ruido y las emisiones de carbono son los principales retos a los que se enfrenta la nueva generación de aviones supersónicos

Según el acuerdo, el fabricante estadounidense proporcionará servicios de ingeniería, fabricación y pruebas de vuelo para el avión supersónico de 120 millones de dólares de Aerion, que tiene programado su primer vuelo en 2023.

El año pasado, el Congreso de los EEUU aprobó la legislación que ordena a la FAA que emita las normas que establecen los estándares de ruido para el aterrizaje y el despegue, así durante el vuelo, para aeronaves civiles supersónicas, y que deberán estar listas en marzo de 2020.

De hecho, el ruido es el principal escollo al que se enfrentan estos prototipos, unido a las emisiones de carbono que se exige a los aviones comerciales convencionales.

Aunque los aviones supersónicos de nueva generación y a son más silenciosos y eficientes en cuanto al consumo de combustible, aún estarían lejos de los estándares que rigen para el resto de aeronaves.

a.
Ahora en portada