El error informático de British Airways ya cuesta 600 millones

Los analistas discrepan sobre el valor de International Airlines Group a pesar de una nueva jornada negra en bolsa

Más de 75.000 pasajeros afectados, 1.000 vuelos cancelados o retrasados y unas indemnizaciones que podrían alcanzar los 120 millones de euros. British Airways empieza a recobrar la normalidad tras el error informático que paralizó sus operaciones el fin de semana. Si los vuelos vuelven a despegar en hora, las consecuencias del fallo están lejos de su fin: el coste del caos aéreo ya supera los 500 millones.

Los analistas del Banc Sabadell señalan que la caída en bolsa de International Airlines Group (IAG) –la matriz de British que también engloba a Iberia, Vueling y Aer Lingus— recortó en 410 millones su capitalización. Durante la jornada del martes, el valor se recupera al ritmo del 2,18% en el Ibex 35 pero cae un 1,71% en los parqués de Londres.

Pese a las turbulencias, los expertos de la entidad catalana consideran que es un buen momento para apostar por el grupo aeronáutico “una vez que el problema parece solucionado y debido a la tendencia positiva a nivel operativo”. Las estimaciones del banco alzan la previsión de Ebitda del ejercicio actual por encima de los 2.730 millones de euros que tiene el sector como consenso.

En cambio, los analistas de Bankinter consideran que el conglomerado cotiza por encima de sus posibilidades debido a que el fallo en el sistema informático reducirá el beneficio neto entre un 5% y un 9%. “El ajuste reafirma nuestra recomendación de vender y nos lleva a revisar nuestro precio objetivo”, explican.

Las afectaciones pueden a largo plazo todavía son incuantificables. “British Airways ha confirmado que ya está operando casi a pleno rendimiento, pero los accionistas de IAG todavía hacen cuentas del fin de semana calamitoso”, cuenta George Salmon, analista de Hargreaves Lansdown. “El coste a largo plazo para la reputación de la aerolínea para vincularse con un servicio de primera calidad podría ser muy superior”, añade.

Pese a fallar a pasajeros y propietarios, el consejero delegado de la empresa, Álex Cruz, no se plantea dimitir. “Nuestros esfuerzos se centran ahora en averiguar porque no entró en funcionamiento el sistema de apoyo del principal sistema operativo”, explicó el lunes en una entrevista a la BBC.

Según los sindicatos, el motivo del caos ha sido la externalización del departamento de informática de la compañía en 2016. En sus primeros meses en el cargo, el ejecutivo español despidió a 700 trabajadores para desplazarlos a la India de la mano de la sociedad Tata Consultacy Services.

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