Entre el lujo y la sostenibilidad: así será volar en el futuro

Cabinas flexibles, asientos enfrentados o cubiertos comestibles son algunas de las ideas que anticipan el futuro de la aviación (también en clase económica)

En un sector que se debate entre extremos, véase, entre volar en cabinas de ultralujo y hacerlo prácticamente de pie, anticipar el futuro es siempre un ejercicio atractivo que tienta a las empresas, desde gigantes como Airbus a las start ups más innovadoras. ¿Veremos en los próximos años literas? ¿Por fin asientos más cómodos para los tripulantes? ¿Llegará la cabina conectada que sabrá, antes que nosotros, cuándo debemos ir al baño?

Los premios Crystal Cabin Awards, organizados por el cluster de empresas Hamburg Aviation, son un buen lugar donde tomar el pulso a las novedades más interesantes que estudia implantar el sector a corto y medio plazo.

Olvidar la idea que tenemos de una cabina de avión y repensarla totalmente: varias propuestas animan a instalar desde un spa y un restaurante a una mesa de café para mantener reuniones

[Para leer más: Black Mirror en la vida real: aviones que vigilan cuándo vas al baño]

En esta edición, y aunque los premiados se revelarán el 31 de marzo, las candidaturas seleccionadas se mueven de las cabinas flexibles, a los asientos enfrentados pasando por soluciones sostenibles como cubiertos comestibles en el menú.

Llega la cabina flexible

¿Por qué la cabina de un avión siempre está pensada con hileras de asientos, pasillos y poco más? Varias de las propuestas seleccionadas este año se rebelan y optan por reconfigurar de forma flexible los espacios. Incluso para cada vuelo, como sostiene Dubai Aviation Engineering Projects a través de su concepto de ‘cabina retráctil’, que permitirá la inclusión de habitaciones completas, desde restaurantes a spas -y, por supuesto, dormitorios- en cada escala.

Airspace Cabin Vision 2030 de Airbus.

Airspace Cabin Vision 2030 de Airbus. Foto: Crystal Cabin Awards.

Esta configuración flexible también está en la agenda de Airbus, que propone su Cabin Vision 2030, que añade configuraciones de asientos y asientos-cama más flexibles, además de módulos intercambiables.

¿Y por qué no transformar el espacio central en una mesa de trabajo capaz de acoger reuniones en pleno vuelo? Es la propuesta de los estudiantes de la Universidad de Cincinnati.  

A vueltas con el sueño

En un momento en que se planifican vuelos cada vez más largos -baste mencionar el proyecto Sunrise de Qantas y los vuelos de 20 horas que buscan rebasar la última frontera de la aviación comercial- el asunto de dormir a bordo cobra cada vez más importancia.

La University of Cincinnati coloca una mesa de trabajo en el pasillo central.

Una mesa de trabajo en el pasillo central para optimizar el tiempo de vuelo. Foto: Crystal Cabin Awards.

En este sentido, los premios han preseleccionado, de entre 105 conceptos de 21 países, un auténtico récord de propuestas según la organización, la aplicación Stelia, dirigida justamente a cuidar el descanso del pasajero y evitar el jetlag a través de consejos sobre el sueño y la duración tanto antes como durante y después del viaje. Es capaz, además, de compartir esos datos con la tripulación para asegurar que las comidas se sirvan en los momentos adecuados para facilitar los patrones de sueño individuales.

La propia Qantas, en coordinación con el Centro de Salud y Bienestar Charles Perkins, ha diseñado una tabla de ejercicios físicos y conceptos de iluminación para asegurarse de que su vuelo ultralargo entre Sídeny y Londres o Nueva York no sea una tortura.

Por su parte, el Asiento Zero-G ideado para los tripulantes se transforma en una cama para para permitir un mejor descanso.

Asiento Zero G de Collins. Foto Crystal Cabin Awards.

Asiento Zero G de Collins. Foto: Crystal Cabin Awards.

[Para leer más: ¿Se puede evitar el jetlag? Esta aplicación te dice cómo]

Mejorar la clase económica

Incluso la clase económica se beneficia de las soluciones más innovadoras: Heinkel presenta asientos que pueden rotar y crear así un Flex Lunge con cuatro pasajeros enfrentados -al estilo de la configuración del tren-.

La cabina es responsable de, aproximadamente, entre el 5 y 10% de las emisiones de CO2 del avión, de ahí la necesidad de hacerlas más sostenibles y reducir su peso

Otra idea, en este caso de Adient, propone un mecanismo de extensión y retracción de la fila de asientos inmediatamente posterior al tabique que separa las clases Business y Turista para crear una superficie grande donde pueda dormir cómodamente una familia.

Espacio extensible para familias. Foto Crystal Cabin Awards.

Espacio extensible para familias. Foto: Crystal Cabin Awards.

En el otro extremo, conceptos con un toque zen como ‘The Room’ elevan el lujo de la clase ejecutiva de All Nippon Airways (ANA), con el asiento más ancho de su clase hasta ahora. ‘The Loft’ de Virgin Atlantic, creado para el primer A350-1000 de la aerolínea, cuenta con un lounge y bar exclusivo para pasajeros de clase premium durante el vuelo.

Volar en verde

La cabina es responsable de, aproximadamente, entre el 5 y 10% de las emisiones de CO2 del avión. Por eso muchos proyectos se orientan a lograr una cabina más ecológica.

Un ejemplo es la llamada ‘Unidad de reutilización de aguas grises’ de Diehl Aviation, que reutiliza el agua del lavabo para descargar el inodoro. El resultado: un ahorro de hasta 550 toneladas de CO2 por año para un solo Boeing 787.

Priestman Goode, por su parte, se suma a la lucha contra el plástico a través de nuevas bandejas de comida Zero. Según la compañía, en el futuro las comidas se servirán en materiales comestibles, biodegradables o reciclables.

Comerse hasta los cubiertos para no generar residuos. Foto Crystal Cabin Awards.

Comerse hasta los cubiertos para no generar residuos. Foto: Crystal Cabin Awards.

El ahorro de combustible para reducir el impacto ambiental también es el objetivo de Comprisetec de Stade y su ‘Unidad estándar de catering’ que sustituye los tracicoinales carros de catering hechos de aluminio por otros en carbono reciclado y fibras de vidrio más ligeros.

Próximo objetivo: hacer desaparecer las paredes

La pared de cabina puede ser muy deprimente durante el vuelo, por eso varias ideas abogan por hacerla desaparecer. Es el caso de Aerq, de LG y Lufthansa Technik, que se propone que las divisiones entre clases sean casi invisibles. En lugar de tabiques, imagina paredes transparentes capaces de mostrar información y ofertas de la aerolínea.

Entretenimiento a bordo del futuro

En línea con la extensión de los auriculares inalámabricos (Airpods), varias propuestas investigan su combinación con sistemas de entretenimiento en vuelo, como el Bluetooth Audiosystem de IFPL.

AerQ pretende eliminar los tabiques interiores del avioÌn. Foto Crystal Cabin Awards.

AerQ pretende eliminar los tabiques interiores del avioÌn. Foto: Crystal Cabin Awards.

La aerolínea JetBlue ofrece por su parte la ‘Experiencia de pantalla múltiple’, que combina la navegación en paralelo con los propios dispositivos del pasajero, como Smartphone y tableta.

Flymingo Next de Moment va más allá: además de la transmisión inalámbrica, el hardware integra tecnologías de «Internet de las cosas» (IoT) para la tripulación, lo que indica, por ejemplo, la ocupación de los asientos y el uso del casillero de equipaje.

Necesidades especiales: cuando volar es un reto

Volar sigue siendo un desafío para las familias con niños pequeños y personas con alguna discapacidad. Por eso los premios reconocen también facilidades para estos colectivos, como Isotravel, que adapta la Isofix -la más frecuente en los automóviles- para permitir la instalación segura de asientos infantiles.

La silla de ruedas para aviones Row 1 de Ciara Crawford es capaz de acoplarse al asiento del avión, lo que evita que los pasajeros con dificultades tengan que bajarse en ningún momento de su propia silla.

a.
Ahora en portada