Huelga de seguridad: el fantasma del caos acecha a Barajas

El fracaso de las negociaciones entre un sindicato de seguridad e Ilunion agita el temor a un caos operativo en el aeropuerto

El recuerdo de las largas colas en el aeropuerto de Barcelona-El Prat está muy fresco en las autoridades de Aena, en los directivos de las aerolíneas y en los pasajeros que tuvieron que sufrir varios días de huelga de los empleados de Eulen. Y este panorama puede repetirse en Madrid-Barajas.

Este viernes fracasó la reunión de mediación entre el sindicato Alternativa Sindical y la empresa Ilunion, que tiene a su cargo el control de la seguridad en el aeropuerto madrileño.

Once días de huelga

La huelga de este sindicato está programada para los días 24 al 3 de septiembre, y será en el turno de las 5:00 a las 14:00 horas. Estas fechas coinciden con dos fines de semana clave, sobre todo el último, con el recambio del fin de las vacaciones de agosto.

Tras el fracaso de la conciliación en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), es muy difícil que se pueda evitar el paro. De hecho, según los representantes sindicales, Ilunion les advirtió de que «nunca más se sentarán» a negociar con el comité de huelga.

Dos escenarios posibles

Alternativa Sindical es un sindicato minoritario, que representa al 20% de los vigilantes que trabajan en el aeródromo de Madrid. Su convocatoria al paro tiene dos escenarios posibles.

Más de 955.000 viajeros pasarán por Madrid-Barajas en los turnos programados para los once días de huelga

El más optimista es que el resto de los trabajadores, representados en otros sindicatos, ignoren el paro. Y que con el decreto de servicios mínimos que pueda dictar el Ministerio de Fomento, el alcance se diluya.

El más negativo, y al que todos temen, es que suceda lo que pasó en El Prat: el sindicato Prou, que tenía escasa representación entre los trabajadores de Eulen, coptó el comité de huelga y lanzó un paro que paralizó los filtros de seguridad, lo que produjo largas colas de pasajeros durante varias jornadas.

Solamente con la imposición de los servicios mínimos y la intervención de la Guardia Civil en el trabajo de gestionar los controles aquella medida de fuerza perdió su impacto.

Casi un millón de personas pueden ser perjudicadas

Durante agosto del 2017 por Barajas pasaron 4,95 millones de pasajeros. Pero si se sigue la senda del crecimiento alcanzado en julio, del +8,7%, es posible que este mes se llegue a 1,9 millones de usuarios.

Cada mañana y mediodía, en las once jornadas anunciadas del paro, alrededor de 955.000 personas pasarán por los filtros de seguridad. El temor de Aena y las aerolíneas es que este millón de viajeros sean perjudicados por la medida de fuerza.

Efecto dominó

Alternativa Sindical amenaza con extender el conflicto a otros puntos de España. En Barcelona-El Prat este sindicato planea adherirse desde la sección estatal. Allí son el sindicato mayoritario de Trablisa, la empresa concesionaria del control de equipajes, pero el control de las rondas es operado por Ilunion y la vigilancia de centro de gestión aeroportuaria pertenece a Segurisa.

Alternativa Sindical amenaza con extender el conflicton de seguridad a otros puntos de España

Este sindicato sí tiene una fuerte influencia en el aeropuerto de Santander-Seve Ballesteros, con el 90% de los trabajadores afiliados a la central obrera. Durante la semana que viene los empleados decidirán si secundan la huelga de Barajas.

Reclamo de los pluses

Los trabajadores exigen que las empresas adjudicatarias cumplan con los pluses como los de radioscopia, rotación o productividad acordados con la patronal y Fomento, pactados en noviembre del año pasado antes de adjudicarse los servicios de seguridad.

Los lotes de la seguridad en la red de aeropuertos de Aena fueron otorgadas, en su mayoría, a las empresas Eulen, Ilunion, Segurisa y Trablisa, por 345,5 millones de euros, por dos años.

Demanda judicial de USO

El pago de estos pluses también es reclamado por la Federación de Trabajadores de Seguridad Privada de USO (FTSP- USO), que presentó una demanda ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA).

Este es el paso previo antes de elevar una denuncia ante la Audiencia Nacional para exigir el abono del plus variable a los vigilantes de seguridad que prestan servicio en los aeropuertos de la red de Aena.

Casi 28.000 empleados de empresas subcontratadas prestan servicios a través de la red de Aena, de ellos 6.000 trabajadores realizan tareas de seguridad en toda la red.

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