Iberia se repliega a sus hangares

La compañía española abandona otro hangar de mantenimiento mientras se 'pone a punto' para hacerse con el mantenimiento de todo el Grupo IAG

Un nuevo paso atrás. Iberia vuelve a replegarse en el Aeropuerto de Barajas nueve meses después del último retroceso. Si en su día ya puso en orden toda la operativa y recortó el volumen de personal con varios Expedientes de Regulación de Empleo, ahora es el turno de la división de mantenimiento. Por ello, esta primavera ha abandonado el hangar número 1 de la instalación madrileña para agrupar las actividades en sus instalaciones propias.

Según confirman desde la aerolínea, la compañía no renovó el contrato de arrendamiento firmado con Aena, el gestor aeroportuario, para el espacio que se erige en la Antigua Zona Industrial de Barajas. Un movimiento que se une al adiós del hangar número 2, en la misma ubicación el último otoño. De este modo, sólo mantendrá el número 3 en la zona.

Si la firma de aviación privada Gestair ocupó el hangar número 2 a las pocas semanas de la salida de Iberia. El número 1 todavía no tiene dueño. No obstante, Globalia –la matriz de Air Europa— siempre ha manifestado su interés por disponer de un espacio en el aeródromo madrileño. En un primer momento planeó la construcción de una nave propia, pero la oportunidad podría hacer virar los planes.

Así, la aerolínea de International Airlines Group (IAG) –que también engloba a British Airways, Vueling y Aer Lingus— reducirá sus hangares hasta los cuatro que disfruta en propiedad en La Muñoza y el inaugurado en 2010 en Barcelona. De hecho, desde allí ya presta servicio a otras compañías como Easyjet o algunos de sus socios de IAG.

El repliegue propiciará que la actividad se traslade al resto de hangares. Parte de ella podría moverse a la capital catalana, donde la aerolínea construyó en 2010 el único hangar de España con capacidad para prestar servicios al Airbus A380, el mayor avión del mundo. Bajo una inversión de 25 millones de euros realizada en plena crisis de la mano del Consorcio de la Zona Franca, el edificio tiene una superficie de 13.200 metros cuadrados.

La concentración lleva el sello personal de André Wall, director técnico desde hace un año. Además de la reducción de espacios también ha firmado un acuerdo para elevar la productividad de la plantilla. Un punto clave para lograr el ‘macrocontrato’ de mantenimiento de todo el Grupo IAG. Si hace algunos meses Iberia aparecía como favorita en todas las apuestas, la devaluación de la libra ha abaratado el coste de trabajar en el Reino Unido y ha convertido a British Airways en un serio competidor.

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