Iberia se suma al proyecto urbanístico de Barajas

El presidente de Iberia Luis Gallego dijo que acompañarán el plan de Aena para potenciar el aeropuerto de Madrid-Barajas

Iberia quiere participar en el plan urbanístico de Madrid-Barajas, que contempla una inversión público-privada de 3.000 millones de euros. El presidente de la aerolínea, Luis Gallego, dijo “estamos totalmente alineados” con el proyecto inmobiliario que lanzó Aena.

En la presentación del vuelo sin escalas a San Francisco, Gallego dijo que Iberia tiene “intereses comunes” con Aena, al ser el aeropuerto madrileño el principal centro de operaciones e interconexiones de la compañía y donde cuenta con hangares y muchos terrenos.

«Nos gusta que Aena invierta en Barajas» porque «lo que queremos es que, al final, Madrid sea un hub diferencial y el mejor de Europa, a fin de poder captar clientes antes de que se vayan por otros aeropuertos».

Imán para inversores

Gallego destacó que Iberia puede ayudar a impulsar el proyecto de Aena gracias a su capacidad para atraer empresas proveedoras y del sector, que pueden trabajar en el futuro polo logístico y comercial.

“Si se hace un polo industrial, nosotros estaremos en el medio”, dijo Gallego. La aerolínea española tiene hangares de mantenimiento en La Muñoza, y su presidente deslizó que quizás puedan trasladar las instalaciones si la empresa sigue creciendo en el número de aviones y operaciones.

Iberia confía en atraer empresas del sector para impulsar el proyecto urbanístico en Barajas

En el lanzamiento realizado el martes 24, el ministro de Fomento Íñigo de la Serna había adelantado que había varias “marcas y compañías” interesadas en sumarse a esta iniciativa, aunque no había dado nombres de cuáles serían.

En el sector se especula con que Amazon y El Corte Inglés serían otros gigantes que aterrizarían en este futuro complejo, que prevé gestionar 920 hectáreas.

La incertidumbre ante el petróleo

Actualmente Iberia tiene por objetivo aumentar su capacidad a un ritmo anual de un 8 % hasta 2022. Gallego dijo que se podrá cumplir esta meta, aunque reconoció que factores como el precio del petróleo, los costes laborales o una situación de sobrecapacidad en el mercado pueden retrasar el crecimiento previsto.

Gallego advirtió que si el barril petróleo supera los 100 dólares Iberia tendrá que revisar su plan de negocio

Gallego explicó que por ahora el precio del carburante no afecta al negocio, “pero si el barril se va por encima de 100 dólares, quizá haya que revisar el plan de negocio”, dijo.

Negociaciones con los pilotos

En cuanto a los costes laborales, Gallego recordó de que Iberia ha empezado la negociación del nuevo convenio de los pilotos y la empresa espera que se llegue a un acuerdo en breve.

El actual convenio establece unas subidas salariales en función de los objetivos de la compañía y el año pasado, con un margen de ebit sobre ingresos superior al 7 %, Iberia pagó una subida del 3,5 % a sus trabajadores (un 1 % consolidado y un 2,5 % variable).

Tarifas low cost

Coincidiendo con la apertura de la ruta a San Francisco, Iberia presentó una nueva familia de tarifas de largo recorrido más económicas.

Por ahora las nuevas tarifas Básica y Óptima se aplican en los vuelos desde Madrid a Boston y Chicago, así como los que se ofrecen a Dallas en código compartido con American Airlines.

Los pasajeros que quieran volar sin facturar equipaje y que no quieren seleccionar su asiento en estas rutas podrán optar por la tarifa Básica, la más económica, y que incluye una maleta, además de un artículo personal como equipaje de mano. La asignación de asientos se hará de forma automática a la hora de facturar, ya sea online o en el aeropuerto.

Cuánto cuesta volar con las nuevas tarifas

Por ejemplo, en un vuelo Madrid-Boston la tarifa Básica ronda los 470 euros sin facturar equipaje (que cuesta un adicional de 45 euros). Si se pasa a la Óptima, este trayecto cuesta 550 euros con una maleta incluida y con la posibilidad de seleccionar asientos.

Con estas tarifas Iberia sigue la senda de compañías como Air France-KLM, Alitalia, British Airways y Delta, que buscan estrategias para frenar el crecimiento de las aerolíneas low cost en los vuelos transatlánticos.

 

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