La caída del petróleo salva in extremis el beneficio de las aerolíneas

A nivel internacional, el sector de la aviación prevé unos beneficios netos de 31.300 millones de euros en 2019, un aumento del 4%

El descenso en los precios del petróleo, con una caída prevista de 73 a 65 dólares por barril Brent en 2019, sumado a un crecimiento económico más sólido permitirá mantener los beneficios del sector mundial de la aviación, que rondarán en 2019 los 31.300 millones de euros, lo que supone un incremento del 4% frente a 2018.

Según las previsiones de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), presentadas hoy en Ginebra, la cifra supone un aumento de una décima en los beneficios con respecto a las estimaciones de 2018, donde los beneficios después de impuestos para las compañías aéreas alcanzarán los 28.500 millones de euros, un 3,9 por ciento más que en 2017.

El precio del petróleo es una de las variables más importantes en la industria ya que representa, según los cálculos de IATA, el 24,2% de los costes operativos promedio de las aerolíneas

Cauto optimismo

Precisamente la caída en los precios del petróleo, tras meses de tensiones en 2018 que han puesto contra las cuerdas a algunos operadores, especialmente low cost, es uno de los factores que permiten un “cauto optimismo», en palabras del director general de la IATA, Alexandre de Juniac, como también la expectativa del crecimiento del PIB mundial al 3,1%.

De hecho, el sector esperaba que el aumento en los costes debilitaría la rentabilidad en 2019, “pero la fuerte caída en los precios del petróleo y las sólidas proyecciones de crecimiento del PIB han proporcionado un amortiguador. Por lo tanto, somos cautelosamente optimistas”, señaló Juniac.

El precio del fuel se considera una de las variables más importantes en la industria ya que representa, según los cálculos de IATA, el 24,2% de los costes operativos promedio de las aerolíneas (lo que supone un aumento frente al 23,5% previsto para 2018).

El transporte de carga, más afectado que el de pasajeros por el proteccionismo comercial que se espera con fenómenos como el brexit o las tensiones China-EEUU, aumentará sólo un 3,1% hasta los 65,9 millones de toneladas

Una década de beneficios

Las previsiones supondrían el décimo año consecutivo de aumento de beneficios para el transporte aéreo global, pese a que se prevé una reducción de un punto, del 8,7 al 7,7% en el crecimiento de ingresos, que se espera alcancen 780.000 millones de euros en 2019.

El número de pasajeros subirá un 6%, hasta 4.588 millones en 2019, mientras que el transporte de carga, más afectado por el proteccionismo comercial que se espera con fenómenos como el brexit o las tensiones China-EEUU, aumentará sólo un 3,1% hasta los 65,9 millones de toneladas, según las cifras de la IATA.

En Europa, según los datos de IATA, la recuperación de los ataques terroristas de 2016 se vio lastrada en 2018 por costes adicionales derivados de las demoras causadas por deficiencias en el control del tráfico aéreo

Norteamérica continúa liderando el sector

Por regiones, se espera que Norteamérica protagonice el mayor aumento relativo de sus beneficios netos (del 10% el próximo año), seguido de Asia-Pacífico (6,1%) y Latinoamérica (5,7%).

El número de pasajeros subirá un 6% en 2019, hasta 4.588 millones 

Respecto a Europa y según los datos de IATA, la recuperación de los ataques terroristas de 2016 se vio lastrada en 2018 por costes adicionales valorados en más de 1.765 millones de euros debido a las demoras causadas por deficiencias en el control del tráfico aéreo.

Desafíos de la industria

IATA espera que el empleo total de las aerolíneas alcance los 2,9 millones en 2019, un 2,2% más que en 2018, con un aumento de salarios y de costes laborales, “después de un largo periodos de estabilidad”, pero también con un incremento del 2,9% en la productividad.

La mejora de equipamientos es el principal desafío de la industria, según IATA, que anticipa problemas de gestión aeroportuaria y retrasos en zonas como Europa, el Golfo Pérsico o China

De Juniac destacó que, pese a lo moderadamente positivo de las cifras, es necesario hacer frente a algunos desafíos en la industria, como la mejora de equipamientos, ya que algunas regiones «se aproximan a una crisis de infraestructura», con problemas de gestión aeroportuaria y retrasos en zonas como Europa, el Golfo Pérsico o China.

Sin embargo, agregó que “los viajes aéreos nunca han sido tan buenos para los consumidores”. En su opinión, no solo las tarifas se mantienen bajas (hasta un 61% por debajo de los niveles de 1998, con una media de 285,99 euros), sino que las opciones para los viajeros se están expandiendo, con la apertura en 2018 de cerca de 1.300 nuevos enlaces directos entre ciudades y un total de 250 millones más de viajes en avión que en 2017.

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