La empresa que lleva las salas vip de El Prat gana el concurso en Barajas

GIS Trade Center gana la licitación para gestionar los seis espacios selectos durante un año por 6,8 millones de euros

Una de cal y otra de arena. GIS Trade Center, la compañía que tiene adjudicadas las criticadas salas vip del Aeropuerto de El Prat, se ha impuesto en el concurso para gestionar los espacios para los clientes business en Barajas. Desde el pasado 1 de marzo, la firma catalana se encarga del catering, la limpieza y pone el personal de los seis salones del aeródromo madrileño.

La adjudicación estará en vigor hasta marzo de 2018; un año de servicio por el que percibirá 6,8 millones de euros. A la licitación, convocada en septiembre de 2016, por valor de 7,2 millones de euros se presentaron hasta ocho empresas del sector.

De este modo, GIS ha superado los requisitos de calidad que establece Aena, el gestor aeroportuario, y ha presentado la mejor oferta económica. Un modelo que también aplica la cotizada en el concurso de restauración de la instalación barcelonesa.

Además, GIS se beneficiará de una profunda remodelación de las salas vip afrontada en 2016. Con una inversión de cinco millones de euros Aena incrementó un 32% estos espacios y añadió acceso a internet ilimitado y gratuito, duchas gratis, consigna o salas silenciosas a la oferta.

El Aeropuerto de Barajas cuenta con cinco salones para pasajeros de clase business: la sala Cibeles en la Terminal 1, la Puerta de Alcalá en la Terminal 2, la Puerta del Sol en la Terminal 3 y las salas Neptuno y Plaza Mayor en la Terminal 4.

La compañía actuará de un modo muy diferente al que lo hace actualmente en Barcelona. En Madrid, los salones son controlados directamente por el gestor aeroportuario que, a su vez, saca a concurso la limpieza, el catering y la atención al público. En cambio, en la capital catalana el servicio está totalmente externalizado. Sin embargo, como adelantó Cerodosbé, el aeródromo catalán se adaptará al método adoptado por el resto de aeropuertos.

“Pasará de ser una adjudicación a una prestación de servicios”, explicaban desde la infraestructura. Con el salto, la cotizada tendrá mayor control de las instalaciones y, además, se quedará con mayor parte del pastel de los ingresos que suponen.

Mientras, la adjudicataria de sus últimos coletazos en el aeródromo catalán pues el contrato del que disfruta vencerá a finales del año 2017. Durante su reinado, la compañía ha coleccionado críticas por la falta de producto disponible y las largas colas de accesosiguieron con la suciedad acumulada en los baños y las mesas y acabaron con la falta de enchufes gratuitos para conectar ordenadores portátiles y dispositivos móviles.

Si bien ha admitido problemas debido a «picos de tráfico», la empresa presume de que las encuestas realizadas a los pasajeros otorgaban mejores notas que dos años atrás, cuando el salón Pau Casals se coronó como el mejor del mundo. 

a.
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