Los bufetes de abogados ya preparan demandas colectivas contra Aena y Eulen
Despachos como Cremades & Calvo Sotelo, estudian la vía civil y la administrativa para reclamar los vuelos perdidos por las colas en el control de srguridad
La huelga en los filtros de seguridad del Aeropuerto de Barcelona-El Prat ha dejado a miles de pasajeros en tierra, según la patronal de aerolíneas. Al contrario que cuando el viajero se queda sin volar por culpa de las compañías aéreas, ahora no hay reclamadores automáticos. No obstante, el viajero tiene opciones de recuperar el importe de sus vacaciones: los despachos de abogados ya se mueven para interponer demandas colectivas contra Aena y Eulen, la empresa subcontratada para la gestión de los tornos.
Ricardo de Rabasssa, socio del despacho Cremades & Calvo Sotelo, advierte a los usuarios del primer paso para tener éxito en el proceso: “deben guardar toda la documentación del vuelo perdido, los cambios necesarios de la reserva hotelera y los costes asociados al viaje”.
Con los documentos en mano, los bufetes pueden actuar en un caso “muy distinto” pero que recuerda al cierre del espacio aéreo del año 2010, cuando decenas de miles de personas se quedaron sin volar por el conflicto entre los controladores aéreos y el gobierno.
Así, Rabassa vislumbra varios caminos posibles para la acción judicial. “Pueden tener responsabilidad Aena, Eulen e incluso los trabajadores en el caso de que se logre probar que han realizado una huelga de celo”, desgrana. La protesta encubierta será difícilmente demostrable, pues la plantilla ha optado por aplicar estrictamente la normativa, que marca un máximo de 10 minutos por pasajero.
Las vías con más probabilidades de éxito son la vía civil y la administrativa. Con la senda penal prácticamente descartada, la reclamación de daños y perjuicios contra Aena y Eulen cobra fuerza. “Otra fórmula sería la reclamación de daños patrimoniales”, añade el letrado.
El despacho ya ha recibido la documentación de varios clientes, aunque espera a la resolución del conflicto para dirimir el método a seguir. «Debemos ser prudentes todavía», enfría el letrado.
