¿Podrá una isla en el Caribe salvar las aerolíneas de Richard Branson?

El multimillonario británico ofrece su propia isla privada como garantía para recibir ayudas que logren salvar a Virgin Atlantic

Con unos 300.000 m2 de arena blanca y palmeras mecidas por el viento en las Islas Vírgenes Británicas, 184 km al oeste de San Juan de Puerto Rico, Isla Necker es un paraíso privado, una suerte de resort de lujo y una de las propiedades más preciadas del multimillonario británico Richard Branson. Pero estaría dispuesto a deshacerse de ella para salvar sus aerolíneas.

Lo cierto es que tanto la británica Virgin Atlantic como la australiana Virgin Australia atraviesan serias dificultades motivadas por la pandemia de COVID-19.

Para sobrevivir han solicitado sendos paquetes de ayudas en forma de préstamos a los gobiernos australiano y británico “ante la severa incertidumbre que rodea a los viajes de hoy”.

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Isla Necker como garantía

“La realidad de esta crisis sin precedentes es que muchas aerolíneas de todo el mundo necesitan apoyo gubernamental y muchas ya lo han recibido. Sin él no quedará competencia y se perderán cientos de miles de empleos, junto con conectividad crítica y gran valor económico”, explicó Branson en una carta abierta enviada ayer a sus empleados.

En la misiva argumentó que la supervivencia de Virgin Atlantic y Virgin Australia es “crucial”, ya que las aerolíneas ofrecen competencia a British Airways y Qantas.

Virgin Atlantic dará la batalla a IAG en el nuevo Heathrow. Foto: EFE.

Virgin Atlantic necesita de fondos gubernamentales para sobrevivir. Foto: EFE.

Rechazado por el gobierno australiano el rescate (por un valor de aproximadamente 890 millones dólares), Branson se dirigió en la carta al ejecutivo británico para que resuelva favorablemente lo que calificó de préstamo y ofreció su isla privada como garantía.

Según sus palabras, planea “recaudar la mayor cantidad de dinero posible contra la isla para salvar tantos empleos como sea posible”.

Y es que esta pandemia está atacando con especial virulencia las industrias en las que Virgin compite, entre ellas aerolíneas, ferrocarriles, hoteles y cruceros.

Préstamo, no rescate

El Reino Unido aún tiene que decidir sobre la solicitud de Virgin Atlantic lo que, según la mayor parte de analistas, no parece muy probable.

Sí lo hizo, y en un estrecho margen de tiempo, con respecto a Easyjet, un movimiento que Branson también recordaba en la misiva: “sería en forma de un préstamo: no sería dinero gratis y la aerolínea lo devolvería (como lo hará Easyjet por el préstamo de 600 millones de libras que el gobierno les otorgó recientemente)”.

 

Sin embargo, hay quien opina que precisamente la isla ha sido su estrategia para evitar el pago de impuestos en el país, como la parlamentaria británica Diane Abbott, que tuiteó en respuesta a la carta que “Branson no ha pagado impuestos en este país durante 14 años. En ningún caso debe obtener un rescate de un contribuyente, un préstamo u otro”.

A sabiendas de que muchos tachan su resort privado de paraíso fiscal y le critican por buscar fondos del gobierno cuando no paga impuestos en Reino Unido, el empresario apuntaba “Joan y yo no salimos de Gran Bretaña por razones impositivas, sino por nuestro amor por las hermosas Islas Vírgenes Británicas y, en particular, por la Isla Necker”.

Además, Branson se ha comprometido a inyectar 250 millones de dólares para apoyar a sus empresas, con una gran parte destinada a Virgin Atlantic. Obtener el resto del dinero en efectivo es el verdadero desafío.

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