Llega el primer avión supersónico fabricado con impresoras 3D

Las empresas Stratasys y Boom Supersonic acuerdan lanzar un avión supersónico con piezas elaboradas en una impresora 3D

Con las impresoras 3D se pueden fabricar prendas de vestir, calzados, piezas mecánicas y…también aviones. Y no cualquiera: Stratasys y Boom Supersonic quieren ser las primeras empresas que fabriquen un avión supersónico con esta herramienta, que debería estar listo para levantar vuelo en 2018.

Stratasys es una firma de soluciones de fabricación aditiva e impresión 3D, y Boom Supersonic hace años que busca alternativas para resucitar a los aviones supersónicos, una tecnología que existe hace tiempo pero que es sumamente costosa. Además, tras el accidente del Concorde, esta alternativa aeronáutica demostró ser poco viable desde el punto de vista comercial.

La intención de ambas empresas es que los viajes a velocidades superiores a las del sonido vuelvan a ser realidad en aerolíneas comerciales. El primer paso será fabricar un modelo que debería estar operativo para el 2018.

De Nueva York se podría volver a volar a Londres en tres horas

En virtud de este acuerdo de tres años, Boom podrá utilizar la impresión 3D basada en la tecnología FDM para fabricar piezas de producción y herramientas avanzadas para su proyecto de un avión supersónico.

La fabricación aditiva, o sea la tecnología de impresión en 3D utilizada por Stratasys, permite acelerar el desarrollo y reducir los costes de producción de las herramientas especializadas y las piezas con las que Boom diseñará su primer avión de alta velocidad en 2018.

La aeronave supersónica de Boom volará 2,6 veces más rápido que cualquier otro avión del mercado actual. Con una velocidad de crucero de 2.330 kilómetros por hora, estos aparatos podrían reducir el tiempo habitual de vuelo entre Nueva York y Londres de siete horas a tan solo tres, asegura la compañía.

«Los vuelos supersónicos existen desde hace más de 50 años, pero lo que no existe es la tecnología necesaria para que resulten rentables en la aviación comercial», afirma el fundador y director ejecutivo de Boom, Blake Scholl. Pero con la utilización de estas nuevas tecnologías, se espera reducir los costes para que estos vuelos ultra rápidos sean un buen negocio. 

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