Qantas choca con las primeras resistencias a los vuelos ultra largos

Qantas asegura que para fin de año elegirá el avión para volar 20 horas sin escalas. Pero los pilotos y los organismos reguladores tienen sus dudas

Qantas pone fecha a su Proyecto Amanecer. Para fin de año la aerolínea australiana decidirá qué modelo de avión utilizará para realizar la ruta de 20 horas sin escalas entre Londres y Sídney, que se convertiría en la conexión más larga del mundo.

Hay dos candidatos posibles: Airbus ofrece una versión adaptada del A350 ULR (ultra largo radio), mientras que Boeing tiene en carpeta al B777X como el avión ideal.

Airbus tiene ventaja

En esta competencia, Airbus cuenta con una ventaja: Qantas y el mundo aeronáutico conoce a esta versión del A350, que puede rozar los 18.000 kilómetros de autonomía.

[Para leer más: Desafío de Qantas, “quiero un avión que vuele 20 horas sin parar”]

En cuanto a la aeronave de Boeing, el B777-8 podría llegar a los 16.000 kilómetros, pero todavía este modelo no pudo ser presentado en sociedad por la crisis del B737 MAX.

Airbus ofrece una versión adaptada del A350 ULR, mientras que Boeing quiere presentar al B777X como el avión ideal para las rutas de 20 horas

El objetivo de Qantas es que tras la elección la aerolínea y el fabricante trabajen para optimizar el modelo elegido y puedan preparar la operatividad para que los primeros vuelos se realicen en el 2022.

Dos problemas a la vista

Pero ya hay dos escollos que debe afrontar la compañía: las dudas de los pilotos y de los organismos reguladores.

La duración total del vuelo entre la capital económica de Australia y la del Reino Unido será de 20 horas, pero el trabajo de la tripulación antes y después del vuelo lleva al menos tres horas más.

Hasta ahora el máximo de horas de un vuelo de Qantas es la ruta Perth-Londres, de 17 horas, mientras que a nivel mundial es la ruta Singapur-Nueva York que realiza Singapore Airlines en 19 horas.

Qantas debe negociar

El consejero delegado de Qantas, Alan Joyce, reconoció que no tienen la capacidad para gestionar vuelos tan largos, “por lo que necesitamos negociar con el regulador”, dijo a Reuters.

[Para leer más: Los pasajeros del vuelo ultra-largo de Qantas piden gimnasios a bordo]

“Si funciona el modelo de negocio podríamos hacer el pedido a fin de año y tener los aviones listos para volar en 2022”, agregó.

Las opciones de la agencia de seguridad

Antes de sentarse a negociar la Autoridad de Seguridad de la Aviación Civil de Australia (CASA) analizará los estudios realizados sobre la fatiga de los pilotos en la ruta Perth-Londres, dijo el portavoz del organismo Peter Gibson.

Esta autoridad tiene cuatro opciones en la mesa: aprobar la propuesta de la ruta de 20 horas, rechazarla, reducir el período de servicio de los pilotos o exigir a Qantas que desarrolle nuevas medidas, como que tenga una tripulación más experimentada o extender los períodos de descanso.

El problema de la fatiga

Los pilotos alertan de que hay problemas que resolver antes de sentarse a volar tantas horas. “Las posibilidades tecnológicas existen, pero los efectos fisiológicos no cambiaron desde los hermanos Wright”, dijo Mark Sedwick, titular de AIPA , el sindicato de pilotos de Qantas.

Los pilotos alertan de que aunque la tecnología permita vuelos ultra largos, todavía no hay forma de eliminar el cansancio por tantas horas de viaje

Según la Oficina de Seguridad del Transporte de Australia seis de cada diez pilotos de vuelos de largo recorrido sufrieron cuadros de fatiga moderada a importante.

Además la idea de volar de noche, que puede ser muy cómoda para los pasajeros, incrementa el cansancio de los pilotos que están en la cabina.

Entre las medidas que se barajan para reducir el cansancio está la ampliación del número de tripulantes, extender los descansos antes y después de los vuelos y reducir los tiempos de servicio tras ese vuelo maratónico, describió el portavoz de CASA.

Negociación con los pilotos

Qantas ya está negociando un nuevo convenio laboral con el sindicato, que además de los incrementos salariales, también tenga en cuenta la operatividad de estos vuelos.

A modo de ejemplo, en la ruta de Singapore Airlines se utilizan dos capitanes y dos primeros oficiales; mientras que Qantas para volar desde Perth a Londres recurre a cuatro pilotos: un capitán, un primer oficial y dos segundos oficiales.

El problema es que estos últimos (que tienen un menor escalafón salarial) no están autorizados a despegar ni aterrizar, por lo que sus funciones se limitarían a cuando el avión se encuentre en velocidad crucero.

a.
Ahora en portada